Un caso de robo de arte con más de 80 años de historia ha llegado a la ciudad de Mar del Plata. Personal de la Policía Federal Argentina allanó una vivienda en la localidad bonaerense luego de que se confirmara que una de las pinturas que se encontraban en el domicilio había sido robada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. La investigación, que es llevada adelante por la Unidad Federal Fiscal marplatense, permitió ubicar la obra "Retrato de una Dama" del artista italiano Giuseppe Ghislandi, la cual pertenecía a la colección del marchante judío neerlandés Jacques Goudstikker.

La obra de arte fue hallada por un curioso descuido. Una de las hijas del exoficial de la SS Friedrich Kadgien puso su casa a la venta y entre las fotos publicadas por la inmobiliaria se veía el cuadro colgado en la sala de estar. La pista era seguida desde hace años por la Agencia de Patrimonio Cultural de los Países Bajos, ya que Kadgien, conocido como el "mago de las finanzas" del nazismo, le robó la pintura al galerista judío tras su huida de Ámsterdam. . El exoficial nazi escapó a la Argentina, donde vivió sin ser molestado hasta su muerte en 1978.

A raíz de la revelación de la historia por un diario holandés, Interpol emitió alertas nacionales e internacionales para evitar que la pintura salga del país. Asimismo, el aviso de venta de la casa fue retirado de la web de la inmobiliaria y una de las hijas de Kadgien cambió su apellido en sus redes sociales. La investigación se encuentra en etapa de instrucción y se espera que la justicia cite a declarar a los dueños de la vivienda.

Según trascendió, el “Retrato de una Dama” no sería la única pintura que la familia Kadgien poseería. Se sospecha que otro cuadro, del reconocido pintor holandés Abraham Mignon, también estaría en manos de los herederos del nazi. Dicha obra figura como desaparecida en los archivos oficiales. El hallazgo de la pintura de Ghislandi reabre la esperanza de que otras obras expoliadas por los nazis puedan ser recuperadas y devueltas a sus legítimos dueños.

El caso conmociona a la comunidad, y pone de relieve una vez más la presencia de jerarcas nazis que huyeron a la Argentina tras la caída del Tercer Reich. La restitución de las obras de arte robadas es una tarea compleja, pero crucial para la justicia histórica. Los herederos de Goudstikker ya han reclamado la revolución de la pintura hallada, y se espera que la Justicia argentina actúe con celeridad para garantizar que la obra sea devuelta a sus legítimos dueños.

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