Luego de la dura derrota legislativa que sufrió el oficialismo en el Senado, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, intentó bajar el tono del conflicto con los gobernadores y afirmó que “no está todo roto” en la relación con las provincias. Además, aseguró que el Gobierno mantiene conversaciones permanentes con algunos mandatarios e incluso acuerdos políticos ya cerrados en distintas jurisdicciones.

“Las posibilidades de conversación están siempre abiertas. Hay gobernadores que se dedican a gastar y otros que son más serios en la administración de los recursos”, señaló Francos en declaraciones a radio Mitre.

El funcionario apuntó contra las leyes aprobadas —el aumento a jubilados, la emergencia en discapacidad y la prórroga de la moratoria previsional— por “no indicar cómo se financian” y anticipó que el Ejecutivo buscará convencer a un tercio del Congreso para sostener los vetos del presidente Javier Milei.

Francos también deslizó que, de no lograrlo, no se descarta la vía judicial. Sin embargo, constitucionalistas consultados consideran esa estrategia inviable. “No podés impugnar un proceso constitucional”, sostuvo el abogado Diego Armesto. Andrés Gil Domínguez agregó: “Sería absurdo que el Estado se demande a sí mismo”.

Pese a las tensiones, desde Casa Rosada buscan recomponer el diálogo con los gobernadores, especialmente con los que consideran “dialoguistas”, para evitar futuros reveses legislativos y sostener el programa fiscal del Gobierno.

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