La reciente fuga de tres adolescentes del Hogar 3 "Niñas Bonitas" de Resistencia, de las cuales una de 13 años fue hallada y las otras dos continúan desaparecidas, visibiliza la crítica situación de los Espacios Convivenciales Alternativos (ECA) en el Chaco. 

Este incidente pone de manifiesto una alarmante crisis en estos lugares de contención infantil en los que pese a severas advertencias previas, la realidad diaria se traduce en fugas, denuncias de abandono y deficiencias estructurales

El caso de estas tres niñas se enmarca en un contexto de graves problemáticas denunciadas tanto por trabajadores de los hogares como por el Comité para la Prevención de la Tortura (CPTCH).

Una fuente consultada por Alerta Urbana con conocimiento interno del funcionamiento de los hogares calificó la situación de "lamentable", responsabilizando directamente a los funcionarios del Estado por "mirar otro canal, no la realidad". 

“En algunos casos hay escasez total de personal: solamente dos personas para cuidar a 30 chicos”, remarcó.

También denunció la inexistencia de un "grupo interdisciplinario" dentro de los ECA, asegurando que los únicos psicólogos disponibles están en hospitales pediátricos. Además, reveló una promesa incumplida del subsecretario a cargo del área (Fernando Samudio) sobre el alquiler de un lugar adicional para aliviar el hacinamiento, afirmando que "son todos mentirosos" y que "pagan los chicos y pagan los empleados precarizados".

Por su parte, el CPTCH, tras realizar visitas no anunciadas, corroboró en 2023 un panorama de "lamentable" situación y "graves deficiencias estructurales y de gestión". 

El organismo emitió, en aquella ocasión, hace ya dos años, la Recomendación General 9  en la que destaca los siguientes problemas:

• Ausencia de proyectos institucionales y protocolos escritos para ingresos, egresos, emergencias o agresiones.

• Falta de personal especializado y suficiente, con la mayoría siendo "becados" y carentes de formación adecuada.

• Raciones alimentarias "insuficientes" y problemas de higiene e instalaciones no adaptadas para NNyA (niños, niñas y adolescentes) con discapacidad.

• Limitado acceso a pertenencias personales y casi nula participación en actividades extracurriculares por falta de presupuesto y personal.

• Obstáculos burocráticos para el acceso a representación legal efectiva.

• Una supervisión "poco habitual" por parte de la Subsecretaría de Niñez..

Este conjunto de denuncias y constataciones subraya la doble vulnerabilidad de la niñez bajo cuidado estatal y la urgente necesidad de una "diligencia reforzada" para garantizar sus derechos.