Agustina Soledad García formó parte del seleccionado femenino de hockey sobre césped que el 29 de septiembre del 2000, hizo historia en Australia consiguiendo por primera vez una presea, lo que  marcó un antes y un después en la historia del deporte y en Argentina. 
A 20 años de aquella hazaña del equipo inspirado y dirigido por Sergio Cachito Vigil, la cordobesa Agostina Soledad García recordó en forma emotiva con los oyentes de Radio Argentina los momentos vividos.
Fue en esa competencia que nació también el nombre de “Las Leonas”, donde se adjudicaron la presea plateada marcando un antes y un después en la disciplina.
La ex integrante del seleccionado femenino de hockey sobre césped recordó  “lo que pasó fue un cambio, el hockey  se hizo popular,  éramos inconscientes de lo que estábamos logrando”.
Sobre el grupo recordó “nos llevábamos super bien, era un grupo que venía en ascenso” evocó.
La medalla plateada obtenida en los juegos de Sidney 2000 representó un hito y a la vez una sucesión de consagraciones del seleccionado argentino: bronce en Atenas 2004, bronce en Beijing 2008 y plateada en Londres 2012, además de una colección de copas y laureles en los Panamericanos, los Mundiales y los Trofeos de Campeones.
Hace pocos días, cuando se cumplieron los 20 años del nacimiento de Las Leonas, el entrenador rosarino Marcelo Bielsa escribió una carta donde expresó que deban ser consideradas incluso más allá de los límites del deporte y en la que las describe como "una propiedad popular que enorgullece al pueblo argentino".

Agustina fue integrante de Las Leonas, la Selección nacional de hockey sobre césped femenino con la que ganó el Campeonato Mundial de Perth 2002 y Rosario 2010, la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 y la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Pekín 2008, entre otros logros. Sole fue elegida dos veces Mejor Jugadora Joven del Mundo por la Federación Internacional de Hockey en 2002 y 2004.

Integró la selección juvenil que fue subcampeona en el Mundial de Quilmes de 2001, ocasión en la que jugó con los ligamentos de la rodilla rotos.