Desde el comienzo del mandato de Javier Milei, el Estado nacional detuvo más del 70% de los proyectos de infraestructura que estaban bajo su responsabilidad. De las 2337 obras en ejecución al asumir la gestión, 1668 fueron canceladas, cerca de 500 fueron transferidas a gobiernos provinciales y municipales, y solo 183 continúan activas. 

La construcción, uno de los sectores más afectados durante esta administración, aún no muestra señales claras de recuperación. Parte de esta situación se debe a la fuerte reducción del gasto en obras públicas. Así lo revela un informe presentado por el secretario de Obras Públicas, Luis Giovine, durante el encuentro anual de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO). 

Según el documento, el Gobierno nacional tenía a su cargo 2337 proyectos al inicio de la gestión. De ese total, 71,3% fueron dados de baja. A su vez, el 20,7% –es decir, 486 obras– se derivaron a jurisdicciones provinciales y municipales: 465 quedaron en manos de las provincias y 21 fueron transferidas a intendencias. 

Por otro lado, la Secretaría de Obras Públicas decidió continuar únicamente con 183 obras (el 7,8%), de las cuales 122 fueron reactivadas, 42 están en proceso de reanudación, cuatro ya se licitaron, nueve serán licitadas próximamente y seis aún no se iniciaron. 

“Nos encontramos con más de 2300 obras activas y lo primero fue hacer una revisión exhaustiva. Quedó claro que muchas, como techados de natatorios o cordones cuneta, no deberían ser responsabilidad del Estado nacional”, explicó Giovine. 

Agregó que luego se priorizaron las obras según su importancia y disponibilidad presupuestaria. “En algunos casos era urgente ponerlas en marcha, pero en otros no había recursos inmediatos, por lo que se convocó a las provincias para traspasarles esos proyectos”, detalló. 

La visión del sector privado 

En el marco de la convención de CAMARCO, también se debatieron diversos temas clave para la industria de la construcción. Pese a los esfuerzos del sector, todavía no se recuperaron los 120.000 empleos perdidos entre junio de 2023 y junio de 2024. 

Gustavo Weiss, presidente de la cámara, remarcó: “La inversión en infraestructura debe ser prioridad. Necesitamos tanta inversión privada como se pueda, y tanto financiamiento público como sea indispensable”. Además, advirtió que el deterioro de las obras requerirá unos US$25.000 millones anuales para su recuperación. 

No obstante, desde la industria ven una oportunidad en la eventual participación en proyectos de concesión o privatización, como los vinculados a rutas u otras infraestructuras estratégicas. 

Sin ir más lejos, esta semana la Secretaría de Transporte abrió una licitación para concesionar más de 700 kilómetros de la “Ruta del Mercosur”, dividida en dos tramos: el "Oriental", que abarca las rutas 12, 14, 135, A015 y 117; y otro que incluye el Puente Rosario-Victoria. 

Sin embargo, Weiss advirtió que las rutas se encuentran en mal estado y requerirían unos US$100 millones por corredor para su rehabilitación. 

El dirigente también mencionó que los costos del sector se dispararon en el contexto actual. Como ejemplo, señaló que el precio por metro cuadrado construido se duplicó en un año, pasando de US$700 a US$1400, impulsado por la inflación y la baja del dólar. 

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