Este fin de semana, Franco Colapinto enfrentó una vez más dificultades al volante del monoplaza que le proporcionó Alpine, esta vez en el marco del Gran Premio de Barcelona-Cataluña. A pesar de conocer al detalle el trazado catalán —donde tuvo destacadas actuaciones en las categorías formativas—, el argentino se vio limitado por fallas mecánicas que condicionaron por completo su rendimiento. 

El viernes, durante las dos sesiones de entrenamientos, el equipo detectó problemas en el sistema hidráulico, lo que complicó la puesta a punto del auto. Pero el golpe más duro llegó el sábado, en plena Qualy 1, cuando Colapinto salió a buscar su mejor vuelta y el auto se detuvo repentinamente en una de las curvas del circuito. Desde Alpine atribuyeron el inconveniente a fallas en la transmisión. 

A diferencia de su debut con la escudería en Imola, donde un fuerte accidente en clasificación lo dejó fuera de competencia, esta vez Colapinto no tuvo ninguna responsabilidad en lo ocurrido. Las fallas técnicas fueron determinantes y lo privaron de pelear por una buena posición de largada en un circuito que conoce a la perfección. 

El trazado de Barcelona-Cataluña, ubicado en Montmeló, es uno de los preferidos del piloto de Pilar, donde ya había demostrado su talento en temporadas anteriores de categorías promocionales. Sin embargo, en esta oportunidad, los problemas técnicos lo dejaron sin margen para lucirse. 

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