Al lateral derecho de Talleres Gatón Benavídez le dicen "Chaco", pero nació en Morteros, Córdoba. Su papá Alcides es cordobés, pero chaqueño por adopción. A los 9 años se fue a vivir a Charata, en el sudoeste del Chaco.

La historia del flamante campeón de la Supercopa Internacional con la “T” ante River Plate fue contada por el periodista Lucas Giménez en Facebook y se viralizó en las últimas horas.

Américo, el abuelo de Gastón, era de Morteros pero fue a Charata a construir el tinglado del auto, ahí conoció a la mamá de Alcides. Su sueño era que su hijo fuera futbolista. Falleció joven, pero hasta que tuvo fuerzas lo acompañó.

Alcides fue al banco de Chaco For Ever varias veces, pero nunca pudo debutar en primera. En la previa de un partido contra River, practicó toda la semana como titular para hacerle marca personal a Juanjo Borrelli. El día del partido, tenía que firmar unos papeles en la liga y llegó tarde al hotel. El técnico ya había dado el equipo con él como suplente. Ganó River 1-0.

Jugó en torneos regionales. Le trasladó la pasión a su hijo Gastón. Tiro Federal de Morteros y Estudiantes de Río Cuarto en el ascenso. El debut en primera en Arsenal a los 25 años y la llegada a Talleres en 2022. En abril de ese año, lo eligieron la figura de un triunfo en Córdoba contra el River de Gallardo, al que también vencieron en el Monumental en septiembre.

Fue días antes de jugar los cuartos de Copa Argentina contra Independiente, en Resistencia. Alcides fue con todos los amigos que dejó en Chaco For Ever para hacerle el aguante en barra a su hijo. Gastón salió al final del partido para que entrara Buffarini, un especialista en penales que definió la serie.

En 2023 le convirtió a Boca por Copa Argentina, pero tiró por arriba del travesaño el penal en la definición y perdieron. No hubo penales en los octavos de la Libertadores 2024 con River, pero le quedó el recuerdo de ver la imagen de la botellita de Armani con la lista de jugadores. Su nombre era el último. Decía: Benavídez… Medio.

Anoche, mientras iba caminando para darle a Talleres su primer título nacional, lo recordó. Abrió la pierna para alejar la pelota del dato del machete y la puso en el ángulo. Se lo dedicó llorando a Mateo, su primer hijo, nacido la semana pasada.

Todo sucedió en La Nueva Olla de Asunción, a unos 300 kilómetros del Chaco, La provincia del apodo del héroe de la noche.