Matías Castaño es el hijo de Carlos, el cerrajero que fue encontrado muerto a golpes el último lunes crimen por el cual la Policía busca con intensidad a Sergio Domínguez, que oficiaba de su secretario en el campo que compartían en la ruta 11 a la altura del kilómetro 999.

En diálogo con Alerta Urbana recordó con dolor a Carlos y lo que fueron los días previos al crimen y ser la persona que lo encontró agonizando.

“El asesino de mi padre se sentaba en la mesa con nosotros, le festejamos su cumpleaños, mi padre no hacía diferencias con nadie, lo trataba como igual ”, señaló Matías.

Como muestra de lo que representaba para la familia Castaño, Domínguez, indicó que no solo le festejaron el cumpleaños, ese día compraron la torta, pasó la Navidad con la familia Castaño y era tratado con el mayor de los cariños.

El joven agregó que la última vez que vio a Carlos fue el sábado por la tarde, el domingo no estuvo con su padre porque festejaba el cumpleaños de su hijo mientras que el lunes, cuando el hombre no contestaba llamadas y no se presentaba al negocio en el que compartían juntos el oficio de cerrajero se dirigió con prisa al campo para ver una imagen que nunca hubiera querido.

“No estaba la camioneta y el portón no tenía candado, cuando pude entrar mi padre todavía vivía, tenía heridas considerables pero estaba con vida”, señaló.

QUERÍA VIVIR

Con la ayuda de efectivos policiales, el herido fue trasladado a un hospital donde lamentable se produjo el deceso, pero Matías lo recuerda como alguien que hacía de la esperanza una habitualidad.

“Quería vivir, se hacía chequeos cada seis meses, trabajaba de sol a sol, para mí era mi héroe, mi mejor amigo, aquel que si me retaba siempre era bien”, sostuvo.

SIN ODIO

Matías indicó que el sentimiento que lo invade no es el odio, pero sí quiere que la Justicia caiga con toda su fuerza con el homicida.

“Yo creo que hay un Dios que que todo lo ve y va a pagar, pero quiero que se haga justicia por mi papá. Nadie se merece morir asesinado”, cerró.