Domingo
25 de Mayo de 2025
11 de enero de 2025
Sofía Larghi ganó un fallo judicial que le permitió criopreservar sus espermatozoides antes de iniciar con un tratamiento hormonal. Su deseo de maternar en un futuro puso en pausa un proceso que le llevó años afrontar, pero que cambiará su vida para siempre.
Sofía no siempre fue Sofía. Hace apenas dos años que pudo comprender su verdadera identidad de género. Luego de un prolongado tiempo de dudas, miedos y sufrimiento, decidió empezar un proceso definitivo. Cambió su nombre e inició una terapia hormonal, que es una forma de adecuar el cuerpo a la identidad y género autopercibidos. Pero algo pasó en el medio que le impidió seguir: el deseo de maternar.Bienvenido al portapapeles de Gboard; todo texto que copies se guardará aquí.
Fue en una consulta médica cuando le advirtieron que uno de los efectos secundarios de la hormonización es la reducción o detención de la producción de espermatozoides. Este resultado es irreversible, lo que podría impedirle tener hijos biológicos en el futuro.
“Ya estando bajo tratamiento hormonal, y sintiéndome mejor conmigo misma por primera vez en mi vida, pude empezar a considerar el tema de la maternidad, y me di cuenta de que era algo que definitivamente quería en mi futuro”, confesó en una charla íntima