El Tribunal Oral Federal de Resistencia ordenó la detención del Comisario General Luis Alberto Chas, tras la sentencia que lo condenó a 15 años de prisión por su participación en los homicidios ocurridos durante la Masacre de Margarita Belén. En este momento, Chas cumple prisión domiciliaria mientras se evalúa su situación médica. 

La decisión fue tomada en una audiencia celebrada el 28 de octubre, en la que los jueces Juan Manuel Iglesias, Lilia Carnero y Fabián Gustavo Cardozo, de acuerdo con la Fiscalía Federal, resolvieron que la condena debe cumplirse, dado que la Cámara de Casación rechazó un recurso extraordinario interpuesto por la defensa. A pesar de que un recurso de queja aún está pendiente ante la Corte Suprema, la sentencia fue considerada firme y procedente para su ejecución.

Además, el tribunal dispuso que se realice una junta médica por parte del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema para evaluar si Chas debe cumplir su condena en un establecimiento carcelario, como la Prisión Regional U7, o si puede continuar en prisión domiciliaria debido a las condiciones de salud que padece. 

En este sentido, la Fiscalía Federal propuso que la detención se efectúe en la Cárcel Federal U7, ya que dispone de los recursos médicos necesarios para la atención de sus patologías, incluyendo controles periódicos y tratamiento especializado.

Luis Alberto Chas ya había cumplido 11 meses de prisión preventiva en 2005, y fue excarcelado posteriormente. La condena a Chas se dictó el 30 de abril de 2021, por el Tribunal Oral Federal de Resistencia, que lo halló culpable como partícipe secundario en los homicidios y la privación ilegal de la libertad de 15 personas durante la dictadura.  

Según los jueces, Chas desempeñó un rol clave al coordinar y facilitar la ejecución de la masacre, preparando el patrullero que hizo el retén para detener el convoy militar que trasladaba a los prisioneros. Después de detenerlos, los prisioneros fueron ejecutados. 

El tribunal consideró que Chas participó activamente en un plan criminal que resultó en muertes y desapariciones, al proporcionar al Ejército los medios necesarios para ocultar la naturaleza del operativo. En su fallo, se destacó que la maniobra del patrullero de Chas fue esencial para la ejecución de la operación, contribuyendo al montaje de un falso enfrentamiento que justificó la matanza.

La sentencia subraya la implicancia de Chas en el crimen, destacando que su intervención no fue incidental, sino que formó parte de un plan orquestado por las fuerzas represivas para silenciar y eliminar a los detenidos políticos.

El tribunal concluyó que no puede concebirse que Chas haya ignorado el carácter de la operación en la que participó y que su acción fue decisiva para la ejecución de la masacre.