En el marco de un debate sobre la necesidad de actualizar las normativas urbanísticas de Resistencia, el presidente del Concejo, Alejandro Aradas, expresó su preocupación por el estancamiento de más de 1.200 expedientes en el municipio. 

Según Aradas, esta situación se debe a cuestiones técnicas vinculadas a ordenanzas obsoletas que no permiten avanzar en el desarrollo y urbanización de la ciudad.

Aradas calificó como una “tomada de pelo” la vigencia de estas viejas normativas, que fueron ignoradas por actores de gestiones anteriores cuando se trataba de construir barrios o lotear terrenos para proyectos habitacionales. 

Según el presidente del Concejo, en épocas pasadas, algunos dirigentes piqueteros construían barrios enteros sin respetar las normativas vigentes, amparados por el poder político de turno. “En muchos casos, usurpaban los terrenos y, de manera exprés, obtenían permisos precarios para comenzar a construir al día siguiente”, afirmó.

El titular del Concejo hizo hincapié en la necesidad de aprender de los errores cometidos en el pasado. 

“Hoy vemos barrios privados administrados por antiguos dirigentes sociales, quienes en su momento se adueñaron de los terrenos y los vendieron como si fueran emprendedores inmobiliarios”, señaló. En contraste, Aradas denunció que los verdaderos desarrolladores inmobiliarios, quienes cumplen con todos los requisitos legales, se encuentran frenados por exigencias técnicas que responden a una realidad pasada.

“Tenemos más de 1.200 expedientes paralizados por años. Insistiremos en buscar una salida práctica, respetando las normativas urbanísticas, pero también apelando al sentido común y la igualdad de oportunidades”, manifestó. Aradas concluyó destacando la importancia de crear una nueva ordenanza que permita normalizar la situación y acelerar el mercado inmobiliario para quienes cumplen con toda la documentación vigente, sin caer en el trato diferenciado que, según él, se otorgaba en gestiones anteriores.