Boca pasó horas de incertidumbre luego de la caída por 1-0 ante River en el Superclásico de la fecha 15 de la Liga Profesional. El estruendo que provocó la reunión entre el Consejo de Fútbol y Diego Martínez en Ezeiza, sin la presencia estelar del presidente Juan Román Riquelme, presagiaba Un fin de ciclo más cercano que lejano. De todas formas, lo ratificaron en el cargo y dejaron constancia de que su situación iría "partido a partido". Mientras camina por la cuerda floja, los hinchas comenzaron a pedir a algunos nombres que ya se han sentado en el banco de Brandsen 805, mientras que hay otros que también piden pista y están libres.

Es necesario dejar en claro una cuestión desde el inicio: el entrenador del cuadro de la Ribera es, y seguirá siendo -al menos- en los próximos días, Diego Martínez. El cónclave en el predio donde se entrena el plantel tenía por objetivo conocer cómo estaba anímicamente el líder del grupo, que había mostrado un semblante triste en la conferencia de prensa. Al ser consultado por los periodistas sobre sus intenciones cercanas, el otrora coach de Tigre contestó que"tenía fuerzas para seguir", pero también fue cauto: "Quiero lo mejor para Boca. Nosotros como el cuerpo técnico tenemos muchas fuerzas para seguir, tratar de levantar y seguir peleando tanto el campeonato como la Copa Argentina. Sé que los resultados son importantes para las gestiones".

En tanto, la dirigencia planteó que el nivel futbolístico y físico del equipo es preocupante. Sin embargo, desde las entrañas de La Bombonera esbozaron que hay una serie de motivos que ganan la pulseada y generan que se imponga su continuidad sobre su salida: la fuerte banca y respaldo de los jugadores, la confianza del CdF en que revierta el panorama y la falta de un reemplazante en el futuro cercano. Además, tampoco consideran que perder con el eterno rival sea causal de una renuncia o un despido, sumado a las ganas que tiene el entrenador de dirigir el barco.

Por otra parte, en el corazón de Brandsen 805 deslizaron que su situación será monitoreada con mayor frecuencia en cada compromiso. El próximo marcado en el calendario es la visita a Córdoba para enfrentar a Belgrano, por la jornada 16 del campeonato local. El cuadro de la Ribera necesita imperiosamente esa victoria no solo para levantar el ánimo de los hinchas, caldeado por la actitud de los futbolistas, sino para arrimarse a los puestos de Copa Libertadores en la tabla anual y acomodarse en la pelea por el certamen doméstico.

GUILLERMO, EL FAVORITO DE LOS HINCHAS

Varios grupos de fanáticos del Xeneize reclamaron un cambio de rumbo luego de caer con un River plagado de suplentes. El primer nombre que surgió en las gargantas boquenses fue el de Guillermo Barros Schelotto, ídolo como jugador, pero recordado por haber sido el entrenador de la derrota a manos del Millonario en la final de Madrid.

¿Qué genera que los hinchas lo pidan? La mayoría rememora a su Boca como el último que representó una idea futbolística poco mezquina, voraz y dinámica. La utilización de tres delanteros -dos extremos y un punta- fue el sello de un equipo que ganó dos torneos locales, mas no pudo consagrarse en el plano internacional.

Actualmente está sin trabajo y su último destino fue la Selección de Paraguay, donde fue salvajemente criticado por la prensa local después de quedar afuera del Mundial de Qatar 2022 y completar una floja campaña en las Eliminatorias Sudamericanas rumbo a la Copa del Mundo 2026. No hubo contactos con él desde el Xeneize.

OTROS TÉCNICOS

Gustavo Quinteros es una de las sensaciones del torneo, gracias al desempeño de un equipo al que sus propios hinchas apodaron el "Euro Vélez". Está puntero cómodamente en la Liga Profesional con 33 puntos, producto de 10 victorias, tres empates y solo un par de derrotas. Aparte, convirtió 29 goles a favor en 15 partidos jugados, un promedio de dos en cada uno. Más allá de ser un nombre que seduce futbolísticamente, el Fortín sabe que tiene técnico para rato si sigue compitiendo al más alto nivel, luego de terminar subcampeón en la pasada Copa de la Liga y con el objetivo primordial de pelear por un lugar en la Copa Libertadores 2025.

Cuando Jorge Almirón renunció al puesto tras perder contra Fluminense en el estadio Maracaná, Luis Zubeldía había estado en carpeta como posible sucesor, pero él mismo se encargó de aclarar que nunca se habían comunicado con él, por lo que resolvió extender su contrato en Liga de Quito, que venía de coronarse en la Copa Sudamericana. Hoy por hoy, dirige San Pablo y está en cuartos de final del máximo certamen continental.

Otro que mantiene buena relación con Riquelme, es de su paladar como DT y encima conoce el mundo Boca, por haber sido jugador en la década del '90, es Cristian “Kily” González, que transita una gran campaña en Unión, pero cargó algunas veces contra la dirigencia santafesina por la cantidad de inhibiciones y los problemas para poder armar el plantel. Los hinchas lo quieren mucho y se ilusionan con pelear el campeonato hasta el final. Hoy está 4° con 27 puntos.