La pareja dueña de “Maylon”, un perrito baleado por un vecino de ellos en julio en Barranqueras, volvió a denunciar este jueves amenazas de parte del agresor y reclama que la Justicia actué de inmediato.

“Hacemos responsable de todo lo que nos pueda pasar a nuestra familia y a nuestras mascotas a Pablo Albornoz, su esposa Nadia Duarte y la amiga íntima de ellos Nadia Abigail Alegre”, aseguró Iliana Rodríguez al aire de Alerta Urbana.

La mujer y su marido Juan Encinas, ambos efectivos de la Policía del Chaco, se presentaron ante la Fiscalía para reclamar avances en la causa por el ataque a balazos a su perro.

“Después de la denuncia que le hicimos a Albornoz y de la primera nota que salió en Alerta Urbana tuvimos miles de problemas; nos siguen acosando en redes sociales y nos han amenazado”, agregó Rodríguez.

La mujer insistió en que teme por la seguridad física de su familia y también por la integridad de sus mascotas.

“No podemos sacarlo al patio a ‘Maylon’ por miedo a que tomen represalias, por eso acudimos al Juzgado, para que nos den respuestas”, enfatizó.

“Pedimos que nos dejen en paz, nosotros no molestamos  a nadie, somos gente trabajadora y no entendemos el por qué del ensañamiento”, afirmó la mujer.

El caso

Encinas había denunciado que su vecino le disparó con un arma de fuego a su perro y lo dejó herido con secuelas de por vida por lo que reclamó que se aplique la “Ley Conan”.

El vecino de Barranqueras dialogó este jueves con Alerta Urbana y dio detalles del incidente en que su mascota recibió dos impactos de bala en una de sus patas, herida que requiere de un tratamiento y seguimiento veterinario permanente.

El hombre comentó que el 18 de julio pasado un vecino suyo, al que identificó como Pablo Albornoz, alias “Cordobés”, atacó a tiros al perro que presuntamente había entrado en su terreno.

“Le efectuó dos disparos con un arma calibre 22 porque dice que ‘Maylon’ quiso atacar a un chivo que supuestamente tiene”, contó Encinas, quien señaló que el perro tiene dañada su pata y que las esquirlas de las balas no pudieron ser extraídas porque le destrozaron el hueso.

“Llevamos gastados 416 mil pesos en tratamientos, urgencias, traslados, radiografías y otras cosas; el veterinario nos dijo a mí y a mi pareja que cómo mínimo el tratamiento será de un año”, precisó.