Jueves
12 de Diciembre de 2024
ACTUALIDAD
17 de septiembre de 2024
El ajuste del Ejecutivo hará la vida más cara el año que viene.
El Gobierno ratificó que el año próximo avanzará en una nueva baja de los subsidios estatales a las tarifas de los servicios públicos, a fin de que los usuarios se acerquen a pagar el precio pleno de la energía. Prevé obras para el transporte y la generación eléctrica, sobre todo de fuentes renovables. Y reafirmó que seguirá con la importación de gas para el invierno y con las actualizaciones de los impuestos a los combustibles, que impactarán en los precios finales de las naftas y el gasoil.
Las referencias a los planes en materia energética para el próximo ejercicio están contenidas en varios apartados del mensaje que acompaña el proyecto que Javier Milei elevó al Congreso. Apunta a una reducción de 25% en las partidas de los gastos para la función Energía, Combustibles y Minería de los servicios económicos del Presupuesto.
En ese sentido, se busca que los subsidios caigan al 0,85 del Producto Bruto Interno se resalta que la baja en la jerarquía del gasto que tiene la política energética entre los 10 programas presupuestarios de los últimos años, que pasa del 5% del PBI este año al 2% del producto en 2025.
Así refuerza “la decisión de focalizar y hacer más eficiente la asignación en los subsidios energéticos, tanto este año (baja de 40% real interanual a julio) como en 2025, lo cual refleja a su vez el objetivo de reducir el nivel de intervención del Estado nacional en el mercado”.
Según explicó Energía, Combustibles y Minería representa el 4,3% del gasto total de la Administración Nacional, e incluye las acciones destinadas al abastecimiento energético, la inversión en materia energética y el mejor aprovechamiento de los recursos energéticos y mineros.
En ese marco, planea que a lo largo de 2025, los usuarios (residenciales, comerciales e industriales) pagarán el 84,83% de los costos mayorista del sistema eléctrico cada uno de ellos con diferentes tratamientos tarifarios. Eso desde el 64,78% promedio que se paga en las tarifas este año.
Eso implicará una mayor quita de subsidios aunque no está claro si se avanzará o no en la llamada “canasta energética” que la gestión de Eduardo Chirillo buscó implementar para “garantizar” un precio ante el consumo indispensable.
A menor asistencia estatal, se sumarán los aumentos tarifarios que en los planes oficiales está ya no sean de transición -como lo fueron este año- sino que se habilite la rediscusión integral de las tarifas de luz, y también de gas, tanto para el tramo de generación, transporte y distribución, que debería darse el año próximo.
En cuanto al gas, el mensaje del Presupuesto apunta a que 4,3 millones de hogares se vean beneficiados por el Programa Hogar en 2025. Además, prevé estímulos a la oferta de gas natural y proyecta 8280,9 millones de metros cúbicos subsidiados el año próximo.
AUMENTOS
En materia de combustibles, el mercado está desregulado, pero el Gobierno seguirá con las actualizaciones de impuestos que pesan sobre los precios finales de las naftas y el gasoil y que se trasladan directo al surtidor.
En ese sentido, el Presupuesto estima que la recaudación por el impuesto a los combustibles y al dióxido de carbono subirán 115,2% el año próximo contra 2024 y alcanzarán los $5.539.780,6 millones.
“La variación se explica, principalmente, por las actualizaciones pendientes de las sumas fijas para determinar el impuesto. Estas actualizaciones se incorporarán gradualmente durante 2025″, se expuso en el proyecto.