Este viernes fue una jornada álgida en torno a la causa que investiga la desaparición de Johana Elizabeth González, una mujer de 30 años que fue vista por última vez el 21 de mayo en la zona de villa Juan de Garay, Resistencia.

En horas de la tarde, el Equipo Fiscal 5 tomó declaración a Mario Barrientos, el hombre que tuvo el último contacto con Johana y sindicado como pareja ocasional de la mujer que prestaba servicios sexuales.

Según informaron fuentes policiales, tras la comparecencia los fiscales decidieron secuestrarle el teléfono celular a Barrientos para peritajes en profundidad.

En su declaración, el sujeto de 42 años admitió que el 21 de mayo a las 18.30 estuvo con Johana en la casa que alquila y que mantuvieron relaciones sexuales y que él le pagó 5 mil pesos.

Y también comentó que la mujer volvió dos horas más tarde a reclamarle una deuda de 2.500 pesos  que también asegura haberle pagado y que luego de ese trámite, que duró cinco minutos, ella se retiró.

Además de ordenar la incautación del teléfono, el Equipo Fiscal 5 dispuso que Barrientos debe permanecer a disposición de la Justicia, presentarse todos los días ante esa unidad investigativa y no puede salir de Resistencia sin previo aviso.

Más avances

Por otra parte, los fiscales tomaron declaración testimonial a María Belén Altamirano, una mujer domiciliada en la zona en que fue vista Johana por última vez y que había asegurado que la vio el sábado 25 de mayo, es decir, cuatro días después de su desaparición, en calles Julio A. Roca y  13 de la capital provincial.

Sin embargo, Altamirano se retractó y señaló que se confundió, que hizo memoria y que en realidad había visto a la mujer el 18 de mayo, tres días antes de ser declarada bajo protocolo de búsqueda de personas.

También declaró Maite Agostina Velozo, una chica de 20 años, domiciliada en el barrio Don Santiago de Resistencia y que aseguró que el pasado martes 28 avistó en una garita de colectivos cercana a su casa a una mujer que podría tratarse de Johana.  

Finalmente, los fiscales avanzan con un relevamiento de imágenes capturadas por cámaras de videovigilancia ubicadas en calle Brignoles 225 (cerca de la casa de Barrientos).