Aldo Almirón, exfuncionario del gobierno de Domingo Peppo, hizo este lunes al aire de Alerta Urbana su descargo por el escándalo que se produjo tras la clausura de una carnicería por supuesto abigeato en Villa Ángela.

“No soy cuatrero, pagué 350 mil pesos por la carne que secuestraron”, aseguró Almirón, quien se desligó del hecho al afirmar que el local de la polémica, que se encuentra en proceso de habilitación, pertenece a su pareja y a la familia de ella.

Por otra parte, el exfuncionario confirmó que radicó una denuncia penal contra el municipio de Villa Ángela por daños y perjuicios ya que la comuna no tendría jurisdicción sobre el lugar donde está emplazada la carnicería.

“Yo no soy cuatrero; es más, ni siquiera soy amante del campo, mi compañera sí, de hecho se crió en el campo y es vecina de allí”, sostuvo.

Almirón rechazó las repercusiones que tuvo el caso y dijo que hasta el momento no entiende por qué lo involucraron porque él no tiene nada que ver con el local en que se realizó el secuestro de la carne.

Y puntualizó en la cuestión jurisdiccional ya que el municipio villangelense no tendría poder de acción en la zona en que está ubicado el local -colonia Juan José Paso- ya que no pertenece al ejido comunal.

También descartó que la carnicería no esté habilitada, tal como cuestiona el acta labrada porque señaló que se trata de un emprendimiento que abrió sus puertas hace poco más de una semana y que la normativa establece que hay un periodo de 90 días para completar los trámites finales.

“Iniciamos la acción penal por todo el daño causado y estamos evaluando si de esto puede derivar una demanda civil, empezando porque se perdieron 350 mil pesos en carne para un emprendimiento que recién comienza”, indicó. 

Por otra parte, Almirón apuntó contra el funcionario municipal de Bromatología, Federico Kleisinger, de quien dijo “hizo mal el procedimiento” y remarcó que hasta había una confusión con las fechas, lo que sumado a la falta de jurisdicción, “tornan nula la actuación”.

Finalmente, señaló que no hubo notificación acerca de si la carne se incineró o no (por no estar presuntamente apta para consumo humano) y que el operativo bromatológico no contó con la presencia de Kleisinger. “Él no fue y mandó a dos inspectores que si tiene la Escuela Primaria terminada es mucho”, concluyó.