La Policía de Paraguay detuvo en las últimas horas a Néstor Ariel Palma, un correntino que aparece implicado en el robo de más de 30 millones de dólares de las bóvedas de la Asociación de Cambistas de Ciudad del Este, en la Triple Frontera

Como antecedente, este hombre, cumplió una condena por el recordado asalto a un camión de la empresa Prosegur en 2017, cuando una banda armada se llevó más de 11 millones de dólares.

Según los expedientes judiciales, tiene la especialidad poco común de cavar túneles por debajo de la ciudad para llevar adelante robos millonarios. Fue detenido en un hotel en Ciudad del Este, a pocas cuadras del escenario que eligió un grupo comando para concretar un espectacular golpe, consignó este domingo el diario El Territorio.

El Gobierno paraguayo calcula que los ladrones podrían haberse llevado 30 millones de dólares, una cifra que parece difícil de definir por el origen turbio del dinero, según afirmaron.

Según los registros vivió muchos años en Buenos Aires y estuvo preso por ser un engranaje clave en el golpe que dio Primer Comando Capital (PCC) en abril de 2017, cuando un grupo de 50 ladrones de élite, que se movilizaron en cinco combis blindadas, coparon y bloquearon con explosivos Ciudad del Este para robar la bóveda de la empresa Prosegur, de donde se llevaron 11.720.255 dólares. 

Fuentes de la investigación señalaron en ese momento que el objetivo de PCC era sustraer 100 millones de dólares. La cifra oficial del robo siempre estuvo teñida de cierto misterio.

Ahora, Palma quedó detenido bajo la sospecha de haber intervenido en el robo a la bóveda de la Asociación de Cambistas de Ciudad del Este, que se produjo en la madrugada del lunes. 

Antecedentes

Palma en 2021 fue condenado a cinco años de prisión en Paraguay, acusado de participar en el robo de Prosegur en Ciudad del Este.

Con un nivel logístico poco común, y armas pesadas –entre ellas cuatro ametralladoras calibre 50 y explosivos de uso militar–, este brazo del PCC se llevó 11.720.255 dólares de la bóveda de Prosegur. En la persecución murieron cinco asaltantes y catorce fueron detenidos por las fuerzas de seguridad brasileñas.

Palma se fugó a la Argentina, viajó primero a Buenos Aires y luego huyó a Posadas. Decidió ir a esconderse a una hostería de mala muerte en Ituzaingó donde lo detuvo Gendarmería. Ahora, otra vez, está en la mira de la Justicia paraguaya.