Tras recibir la noticia, Olga en conocimiento de los protocolos de aislamiento que son de público conocimiento regresa a su casa y se auto-aisla, previo llamar a su esposo para avisarle que ella debe permanecer sola en la casa.

Estando en su domicilio, recibe un llamado de una Dra. de Salud Pública (Pellizardi) que le pide que concurra al hospital a realizarse el hisopado por haber estado en contacto estrecho con su hermano, a lo que Olga accede.

Al llegar al hospital, la persona que la recibe donde realizan los hisopados le informa a Olga que no le va a realizar el hisopado porque no presenta síntomas. Olga vuelve a su domicilio.

Al llegar a su casa, vuelve a recibir un llamado de Salud Publica pidiéndole que concurra al hospital a realizarse el hisopado. En ese momento Olga cansada de las idas y vueltas reacciona y le cuenta a la doctora lo ocurrido, a lo que le responde que concurra que ya está cargada en el sistema que le van a realizar el hisopado sin problemas.

Olga, vuelve una vez más al hospital y la historia se repite, pero esta vez de una manera más agresiva. La persona que la recibe le repite que no le va a realizar el hisopado, que se retire y que se quede en su casa o la denunciaría a la policía. Olga, enfurecida por las idas y vueltas, la falta de comunicación entre los trabajadores del área de COVID-19 y la falta de respeto hacia su persona, pide hablar con los directivos.

Ya en su domicilio, recibe un nuevo llamado de Salud Pública para comunicarle que iban a ir a su domicilio para realizarle el hisopado, a lo que Olga accede, pero solicita que concurra una sola persona y no todo el operativo con policías como vio que suelen realizar. El personal de Salud Pública que finalmente concurre al domicilio y realiza el hisopado el jueves 04 cerca del mediodía, le informa que para éste lunes 08 le estarían entregando el resultado del hisopado.

Siguen las incomunicaciones y los errores

Sobre las (01:00) de la madrugada del sábado 6, Olga recibe un llamado del hospital, para informarle que dio positivo y que continúe en su casa. Olga, inmediatamente da aviso a sus familiares del campo para que estén atentos en caso de que alguno de ellos presente síntomas. Una hora después (2.00 A:M), otro llamado. Le informan que hubo un error y que el resultado es negativo. Olga, vuelve a llamar a sus familiares y les da la buena noticia. Pasado el mediodía del domingo 07 de junio, otro llamado, ésta vez de su Jefa del Sanatorio Güemes donde trabaja como enfermera. Le confirman resultado positivo de COVID-19, el informe anterior había sido un error del laboratorio.

Olga hace pública la situación que le toco vivir en 24 hs, por negligencia de la parte operativa de un sector del Hospital Perrando que evidentemente no tienen claro el protocolo, ni la comunicación para evitar el caos psicológico en las personas y además el peligro que implicaba de dar negativo y Olga volvía a su trabajo habitual.

Además, para llevar tranquilidad a sus compañeros de trabajo, aclaro que ella desde el momento en que le informaron el resultado positivo de su hermano, que ahora se encuentra estable de su Pancreatitis, pero continúa internado en Sala de COVID, no concurrió más al sanatorio a trabajar.