Pasadas las 16, comenzó la sesión especial en la Cámara de Senadores de la Nación para el tratamiento del proyecto de Ley de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) junto al proyecto de Ley Nacional de Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia, conocido también como el plan de los 1.000 días.

La apertura del listado de oradores estuvo a cargo de la senadora Norma Durango, del Frente de Todos (La Pampa), presidenta de la Banca de la Mujer. "He venido para poner el cuerpo para defender este proyecto", resaltó y sumó: “Hoy es un día de esperanza, vamos a debatir un proyecto que evitará más muertes injustas. Siento enorme orgullo de estar participando porque una vez más tenemos la posibilidad de legislar por y para las mujeres y las personas con capacidad de gestar”.

“La alternativa es aborto legal o aborto clandestino. Estamos debatiendo la posibilidad de generar herramientas normativas e institucionales para que las mujeres y personas gestantes puedan decidir una maternidad voluntaria y deseada”, sostuvo la senadora pampeana, quien intervino en forma virtual desde su despacho y embanderada con los colores que representan al aborto legal.

"Vengo a ocupar esta banca en nombre de las mujeres muertas por el aborto clandestino. Las mujeres van a hacerse los abortos clandestinos a los lugares más sórdidos. El Estado debe hacerse cargo", concluyó.

Luego, el presidente de la Comisión de Salud, Mario Fiad (Frente Jujeño Cambiemos), resaltó: "Si este proyecto se convierte en ley, se abortarán sueños, proyectos, oportunidades para aquellas niñas y mujeres a quienes no les cambiaremos su dramática realidad de vulnerabilidad cotidiana, tampoco de pobreza estructural ni de falta de educación".

“El proyecto lo único que hace es pasar a la clandestinidad el abuso, la clandestinidad, la pobreza. Este proyecto deja solas a las mujeres porque solo se les ofrece el aborto y nada más. Y no me digan el proyecto de los 1000 días porque es de contenido declamativo", advirtió.

El tercer expositor en la sesión especial fue Oscar Parrilli (Frente de Todos), titular de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales: “No podemos pensar que si nosotros no sacamos la ley no va a haber más abortos, van a seguir existiendo para un sector social con garantías y para otro con un serio riesgo de vida. Lo que estamos haciendo es poniendo igualdad social entre mujeres”.

Luego, enfatizó: “Nadie se va a ganar el cielo o el infierno por votar de una manera. No somos ni más ni menos católicos. Todos tenemos nuestros principios por los cuales vamos a tomar una postura u otra y tenemos que respetarnos a todos".

Para Parrilli "hay algunos que se oponen con viejos argumentos, diciendo que la mujer no tiene derechos”. “Recuerdo esto porque ningún avance fue fácil. Las encuestas dicen que la mayoría de los varones están en contra y las mujeres están a favor", planteó.

En ese punto, agregó: "Aquí, en el Senado, en los votos a favor hay mayoría mujeres. En los votos en contra, hay mayoría varones. Evidentemente estamos ante un tema de ampliación de derechos".

Más expositores
 

Otro orador fue el senador Dalmacio Mera (Frente de Todos – Catamarca), quien resaltó: "Quiero que mis hijos vivan en un estado de derecho, donde no se violente la Constitución, se respeten los tratados de DDHH, se rompa el modelo cultural machista y mis hijas puedan vivir libres y seguras, donde nadie pueda disponer de la vida de nadie".

Luego, la senadora Nancy González (Frente para la Victoria – Chubut), se quejó: "Tener que estar escuchando que me hablen del 1315 o en el año 500 antes de Cristo ¿qué nos quiere decir el senador? ¿Que los que estamos a favor de este proyecto somos asesinos?".

"En 2018 perdimos la votación, pero ganamos el debate en la calle. Sacamos la palabra aborto que era un tabú. Hoy se habla en las familias, en los colegios, en las calles", valoró.

"Creo que no se quieren políticas públicas que nos den derechos a las mujeres. Porque por ahí quieren que sigamos calladas, que nos sigan matando, que nos violen, que tenga que maternar una menor. Con qué cara pueden obligar a parir a una mujer si no lo desea", sentenció y subrayó: "Maternar es político, señores senadores".

En otro punto, dijo: "Señores senadores, la maternidad será deseada o no será. Descontracturémonos, no seamos más conservadores. Cuando aprobaron el voto femenino decían que, cuando las mujeres salían a votar, dejaban de atender a sus maridos y a sus hijos. Miren desde cuando nos cuesta".

Por último, al hablar de su voto a favor del proyecto, indicó: "Lo voy a votar para que no volvamos nunca más al perejil, a las perchas, a los garages clandestinos. Para que no haya más presas por abortos clandestinos. Que sea ley".

La senadora Inés Blas (Frente para la Victoria – Catamarca), subrayó: "Volver a debatir este proyecto no cambia mi posición. Continúo teniendo la misma posición, que no es antojadiza. Se basa en el respeto por la vida, cuyo origen comprobado científicamente se remonta al momento de la concepción".

"No votar de manera afirmativa esta ley de ninguna manera significa estar en contra de nuestro presidente. Seguimos estando en el mismo lugar y con las mismas convicciones", fundamentó.

Luego, Silvina García Larraburu (Frente de Todos – Río Negro), que votó en contra del proyecto de aborto en 2018, empezó diciendo: “Figuraba como indecisa hasta ahora”. Su exposición se inició contando la historia de Marina, una chica que quedó embarazada sin desearlo. "El Estado está solo ahí para condenar cualquier decisión", planteó.

"La maternidad siempre estuvo asociada a la condición de mujer. En toda nuestra vida siempre rendimos examen ante la mirada masculina de la sociedad. A todas se nos impuso la noción del sacrificio personal. Fuimos víctimas de un sistema creado x y para hombres", trazó.

Tras ello, destacó del proyecto: "Más allá de mi creencia personal, requiere una propuesta integral. La propuesta de nuestro gobierno es integral, pensado con los 1000 días, para que ninguna persona tenga que interrumpir un embarazo. Con esta ley, las mujeres podrán dejar la clandestinidad".

En un cierre que tuvo muestras de emoción, la senadora señaló: "Solo las mujeres podemos decidir sobre nuestro cuerpo. Hace dos años me encontraba en una posición diferente a la de hoy. Las cosas cambiaron". “Soy la misma senadora que decidió seguir escuchando. Con un profundo respeto al que piensa distinto. Entiendo con una fuerte base peronista. Mi voto es por una mujer libre que pueda decidir según su propia conciencia. Mi voto es un voto deconstruido, afirmativo", concluyó.