Jesica Cardozo, víctima de un lamentable hecho de inseguridad, compartió este lunes al aire de Alerta Urbana su testimonio sobre el robo de su celular, ocurrido este sábado 30 de agosto, aproximadamente a las 14.10, en avenida Alvear al 4020, en un kiosco 24 horas de Fontana.

La joven subrayó la alarmante frecuencia de este tipo de sucesos y dijo que uno de los delincuentes la golpeó con el puño en su rostro y que sufrió más heridas en el ataque.

“Todo el tiempo están robando; todo el tiempo pasa”, aseguró Cardozo, quien comentó que tanto ella como su amiga, quien también fue víctima del hecho, se encuentran en buen estado de salud.

Este caso, que tuvo lugar el fin de semana, se conoció gracias a la viralización de un video de una cámara de seguridad en que se ve el momento del robo.

En las imágenes se observa que Jessica estaciona su moto frente al kiosco mientras su amiga desciende a comprar algo. Segundos después, dos delincuentes arriban en otra moto, uno se baja e intenta sacarle el celular, la joven se resiste y forcejean y es impactada en el rostro con golpe de puño. Su amiga, al advertir la situación, corre e increpa al sujeto que había quedado en la moto, lo empuja y lo obliga a retirarse, mientras el otro se escapa corriendo.

En diálogo con Alerta Urbana, la mujer dio detalles de lo sucedido. "Soy una de las damnificadas del robo del video; yo soy la que estaba arriba de la moto", agregó.

Cardozo explicó que dos personas en motocicleta la tumbaron de su vehículo para robarle el celular. Según su percepción, los asaltantes "vieron la oportunidad y actuaron".

Consultada acerca de las heridas que sufrió a causa del ataque, dijo que son "rasguños no en el cuello y un puñetazo en la cara que me pegó (el agresor)".

Los chorros, libres

Por otra parte, la mujer comentó que logró recuperar el celular robado y que desde la Comisaría Primera de Fontana se comunicaron el mismo sábado para avisarle que podía retirar el teléfono.

Sin embargo, contó que los dos delincuentes que la atacaron continúan libres y que, pese a estar identificados -uno tiene 25 años y el otro, 18- no fueron apresados.