Un reciente sondeo nacional revela que la crisis económica impacta de manera directa en los hogares y es que ocho de cada diez personas modificando sus hábitos de consumo. La mayoría de los argentinos ajusta sus gastos, reduciendo compras de indumentaria, disminuyendo la ingesta de carne y reemplazando primeras marcas por alternativas más económicas.

El estudio, realizado por la consultora Management & Fit, indica que los mayores recortes se registran en indumentaria y calzado, donde muchas familias postergan compras o disminuyen su frecuencia. En el rubro alimenticio, se observa una reducción en el consumo de carne, con la elección de cortes más económicos o su reemplazo por otras proteínas. Asimismo, se generaliza la sustitución de primeras marcas por opciones más accesibles, tanto en alimentos como en productos de limpieza y cuidado personal.

El informe también revela la tensión en los ingresos familiares: un 46,3% de los hogares asegura que su sueldo no alcanza  para cubrir los gastos mensuales, de los cuales un 29,6% lo hace con "algunas dificultades" y un 16,7% con "grandes dificultades". Esta situación genera un consumo más selectivo y austero, con un impacto notable en supermercados y comercios de indumentaria, afectando incluso a sectores de ingresos medios que hasta hace poco mantenían un nivel de consumo estable.

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