Sabado
16 de Agosto de 2025
POLICIALES
16 de agosto de 2025
La Justicia y la Policía incautaron bienes valuados en más de 1,1 millones de dólares.
La megacausa por presunto lavado de dinero que involucra a Braian Obregón, dueño de Cebra Phone, desató una serie de operativos en el marco de allanamientos que luego develaron una minuciosa estrategia para evadir impuestos.
Y es que a primera hora del viernes, efectivos del Departamento de Delitos Económicos y Financieros irrumpieron en un domicilio de calle Cangallo, detrás de un muro gris con cerco eléctrico. Fue en ese lugar donde la ostentación digital cobró cuerpo en la vida real: autos de lujo, relojes inteligentes, embarcaciones y mercadería sin aval aduanero apilada como en un depósito clandestino.
El detenido, Braian José Obregón, de apenas 29 años, no era un desconocido en la ciudad. En las redes sociales cultivaba un perfil de "emprendedor exitoso": viajes a destinos paradisíacos, casas con piscina en construcción, vehículos de alta gama y la vitrina de locales que iban desde la venta de celulares hasta indumentaria deportiva y un sexshop. La fachada de prosperidad escondía, según la investigación, un mecanismo aceitado de contrabando y lavado de dinero.
El expediente judicial revela que todo comenzó con un detalle llamativo: un BMW violeta que Obregón mostró orgulloso en Instagram. Aquella foto fue el disparador de un monitoreo más profundo de sus movimientos.
El fiscal a cargo de la causa, Patricio Sabadini, detectó un crecimiento patrimonial abrupto y sin correlato con sus declaraciones impositivas. La UIF, Migraciones, Prefectura y la Dirección de Registros de la Propiedad fueron sumando piezas hasta completar un rompecabezas de lujos imposibles de explicar con sus ingresos declarados.
Todo lo incautado hasta el momento
Los allanamientos confirmaron la magnitud del negocio. La Policía secuestró cuatro vehículos de alta gama —un BMW, una RAM, una Ford y una Volkswagen—, además de una motocicleta Yamaha y una embarcación incautada en Paso de la Patria.
En cajas y depósitos aparecieron 102 iPhones, decenas de notebooks, tablets y relojes inteligentes, junto a montañas de indumentaria deportiva de marcas internacionales, paletas de pádel, termos Stanley falsificados, mochilas y hasta productos eróticos. El inventario incluía también más de tres millones de pesos en efectivo y más de 30 mil dólares. El valor total de lo secuestrado superó el millón cien mil dólares.
Los investigadores sostienen que Obregón inició su camino en 2017, trayendo pequeños lotes de celulares desde Paraguay. La actividad creció sin control, y en 2019 instaló "Cebra Phone", un local que vendía dispositivos electrónicos a precios muy por debajo del mercado formal.
Con el tiempo, sumó otros rubros: ropa deportiva ofrecida por Instagram en el perfil @different.sportt, mercadería erótica y cosméticos, todo con el mismo denominador común: sin aval aduanero ni respaldo fiscal.
El Ministerio Público Fiscal detectó además facturas apócrifas por montos millonarios, operaciones en criptomonedas a través de Binance y vínculos con empresas de dudosa reputación.
Obregón y su pareja, Agostina Antonella Vargas Vispo (imputada en la causa pero no detenida), exhibían un nivel de vida que incluía viajes frecuentes al exterior —Punta Cana, Camboriú, San Andrés, México— y obras de construcción en barrios privados. Todo mientras figuraban como monotributistas hasta hace apenas dos años.
Los perfiles de Instagram mostraban autos regalados, lanchas bautizadas y la venta en negro de camionetas a través de intermediarios. La ostentación, lejos de blindarlos, encendió las alarmas de los investigadores. "El alto nivel de vida no condice con el perfil fiscal registrado", advirtió el fiscal Patricio Sabadini en el requerimiento de instrucción.
Obregón permanece detenido en el Departamento de Investigaciones Complejas, a disposición de la Justicia Federal. La causa lo imputa por lavado de activos agravado por habitualidad, contrabando y violación de la Ley de Marcas.