Difícilmente el 3-0 que logró Vélez este miércoles ante San Antonio Bulo Bulo, por la quinta fecha del Grupo H de la Copa Libertadores 2025, refleje el partido chivo que logró sacar adelante el Fortín. Si bien cumplió en los papeles con una goleada ante un rival netamente inferior que le había hecho morder el polvo en la altura, el encuentro contó con inflexiones de todo tipo del que salir airoso podría desembocar en una inyección anímica importante para lo que viene. Por lo pronto, sacó pasaje a octavos a falta de una fecha, con todo lo que eso implica.

El arranque del pleito comenzó con una imagen repetida en los últimos tiempos: una polémica en contra del local. En la misma jugada, un agarrón le impidió saltar a Michael Santos -reemplazo del lesionado Braian Romero- y hubo una mano de posición discutible de Carlos Suárez. El árbitro Alexis Herrera cobró penal por esta última acción, pero lo llamó el VAR, se la mostró, y lo anuló.

Lo que siguió fue el conjunto de Barros Schelotto fallando en los circuitos ante un timorato rival, que luego hasta empezó a animarse. Antes del descanso, Santos se lo perdió con un cabezazo apenas alto y en la siguiente Jorman Aguilar pegó un tiro en el travesaño.

El cabezazo alto de Santos y el tiro al travesaño de Aguilar en Vélez vs. Bulo BuloEl cabezazo alto de Santos y el tiro al travesaño de Aguilar en Vélez vs. Bulo Bulo

El complemento siguió a pura tensión ante el gol que no llegaba, hasta que Suárez le pegó un patadón a Santos en el área queriendo rechazar y, también vía VAR, el árbitro esta vez sí le dejó a Maher Carrizo patear a la izquierda de Rodrigo Saracho para abrir la cuenta a los 22.

Todavía faltaba mucho, y a los 29 Braian Salvareschi vio la roja por una dura falta sobre Agustín Bouzat. Santos perdió luego de media vuelta ante Saracho pero, a los 35, tuvo revancha al recibir una pelota mordida tras una mala salida visitante y definió con calidad de primera al ángulo izquierdo del guardameta. Hubo emoción y desahogo en el uruguayo, que venía sufriendo una sequía de conquistas.

Un Santos renovado se perdió por centímetros el doblete, aunque en la última, a los 49, bajó de cabeza una pelota que terminó en el recién ingresado Álvaro Montoro con una gran definición para el tercero. Otra vez hubo anulación por la posición del charrúa, el VAR corrigió y hubo festejo de punta a punta en el Amalfitani. Porque cuando cuesta, vale doble.

En la próxima y última jornada, Vélez definirá con Peñarol en Uruguay quién se queda con la zona.