Martes
15 de Abril de 2025
EFEMÉRIDES
10 de abril de 2025
Es una jornada para recordar la trascendencia de la ciencia en la vida cotidiana e impulsar a seguir invirtiendo en la investigación.
Cada 10 de abril, la Argentina celebra el Día del Investigador Científico, una fecha de especial significancia para la ciencia nacional, ya que conmemora el nacimiento de Bernardo Houssay, un destacado científico argentino que marcó un antes y un después en la historia de la ciencia mundial. Este día no solo rinde homenaje a su legado, sino que también resalta la importancia del trabajo de los científicos argentinos, cuyo esfuerzo contribuye al avance del conocimiento y al bienestar de la sociedad.
El 10 de abril fue elegido como el Día del Investigador Científico en homenaje a Bernardo Houssay, quien nació en esa fecha en 1887. Houssay es recordado por su revolucionaria contribución al estudio de la hipófisis y su impacto en la comprensión de enfermedades como la diabetes, gracias a su descubrimiento sobre el papel de esta glándula en la regulación de la cantidad de azúcar en sangre.
Su investigación fue crucial para el desarrollo de tratamientos médicos y sigue siendo uno de los pilares fundamentales de la medicina endocrina. En 1947, Houssay se convirtió en el primer latinoamericano en recibir el Premio Nobel de Medicina por su trabajo, lo que marcó un hito en la historia científica de América Latina.
El Día del Investigador Científico es una jornada para recordar la trascendencia de la ciencia en la vida cotidiana, y la fecha se celebra también como un llamado a seguir invirtiendo en la ciencia y la investigación. Según el CONICET y el portal del gobierno de argentino, el trabajo de Houssay continúa siendo una inspiración para las nuevas generaciones de científicos en el país. Su legado también incluye la creación del CONICET en 1958, que juega un rol esencial en la promoción de la ciencia argentina, tanto a nivel nacional como internacional.
Quién fue y qué hizo Bernardo Houssay
Bernardo Alberto Houssay nació en Buenos Aires el 10 de abril de 1887, en el seno de una familia de inmigrantes franceses. Desde temprana edad, mostró un brillante talento académico que lo llevó a saltear grados en la escuela primaria. A los 13 años se graduó de bachiller, y a los 17 años, obtuvo su título de farmacéutico. Su vocación por la ciencia lo llevó a estudiar Medicina en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde se graduó a los 23 años con una tesis que le valió el Diploma de Honor.
Durante su carrera, Houssay realizó importantes investigaciones sobre el sistema endocrino y, en particular, sobre la hipófisis. En 1947, sus estudios sobre cómo la hipófisis regula el azúcar en la sangre le valieron el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, convirtiéndose en el primer científico latinoamericano en recibir esta distinción. Este descubrimiento no solo fue un avance fundamental para la medicina, sino que también permitió entender mejor la diabetes, una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Houssay también fue un impulsor incansable de la ciencia en Argentina. En 1934, fundó la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias (AAPC), con el fin de obtener financiamiento para los investigadores y promover la ciencia en el país.
En 1958, su legado se consolidó con la creación del CONICET, una de las instituciones científicas más importantes de Argentina, destinada a apoyar la investigación y el desarrollo científico en diversas áreas del conocimiento. Gracias a esta organización, los científicos argentinos pudieron acceder a cargos de investigación con dedicación exclusiva, lo que resultó fundamental para el progreso de la ciencia nacional.
Su influencia no solo se limitó a sus descubrimientos en el laboratorio, sino también a su visión sobre la ciencia como motor de progreso para el país. En sus palabras: “Deseo que mi país contribuya al adelanto científico y cultural del mundo actual, que tenga artistas, pensadores y científicos que enriquezcan nuestra cultura y cuya obra sea beneficiosa para nuestro país, nuestros compatriotas y la especie humana”.
A lo largo de su carrera, Houssay también formó a grandes científicos, entre ellos Luis Federico Leloir, quien recibiría el Premio Nobel de Química en 1970. Este hecho resalta la capacidad de Houssay para formar nuevas generaciones de investigadores de alta calidad, lo cual continúa siendo un aspecto central de la labor del CONICET.
El trabajo de Houssay, tanto en la investigación científica como en la formación de futuros científicos, ha dejado un legado que sigue vigente hoy. Su vida y obra son recordadas cada 10 de abril, en un día que celebra el papel fundamental de los investigadores y científicos en la sociedad.