El sueño del Torneo Clausura llegó a su fin para Villa San Martín en un quinto punto no apto para cardíacos. En un encuentro vibrante y de dientes apretados, los cordobeses de San Isidro se llevaron la victoria por un ajustado 61-63, dejando al equipo chaqueño con las manos vacías y la frustración de haber estado tan cerca de las semifinales.

Desde el salto inicial, la intensidad fue la marca registrada del partido. Un comienzo parejo (5-6) presagiaba lo que sería una batalla sin cuartel. Sin embargo, San Isidro logró tomar una primera bocanada de aire gracias al poderío de Facundo Sanz en la pintura (7-14). Un cierre de cuarto efectivo, liderado por Marcos Saglietti y Julián Eydallín, amplió la brecha para los visitantes (11-22).

Pero Villa San Martín no se amilanó. En el segundo parcial, la mano caliente de Agustín Bruner encendió la ofensiva local (22-27). Con el correr de los minutos, el equipo chaqueño ajustó sus líneas y encontró respuestas en Martín Gómez, Maximiliano Martín y Bruno Galassi, emparejando nuevamente el trámite (28-29). Un último suspiro de San Isidro, con un doble de Lautaro Mare, les permitió irse al descanso con una mínima ventaja (28-31).

El regreso del vestuario trajo consigo una renovada energía para Villa San Martín. Un parcial inicial liderado por Maximiliano Martín permitió a los locales tomar la delantera por primera vez (35-31). El encuentro se tornó un toma y daca constante, con el Tricolor logrando una mínima luz (40-39) a falta de poco más de cuatro minutos para el cierre del tercer cuarto. La última jugada del período fue un balde de agua fría para los visitantes: un triple sobre la bocina de Martín Gómez le dio a Villa San Martín una pequeña pero valiosa ventaja (43-41).

El último cuarto fue un fiel reflejo de la tensión que se palpaba en el aire. El nerviosismo se apoderó de ambos equipos, traduciéndose en imprecisiones y una baja efectividad. En ese contexto de incertidumbre, el perímetro de Julián Eydallín emergió como un arma importante para San Isidro, otorgándoles una pequeña luz en el marcador (50-53). A pesar de la lucha incansable y el apoyo fervoroso de su público, Villa San Martín no pudo revertir la situación. La falta de claridad en los momentos cruciales y la solidez defensiva de los cordobeses sellaron el destino del encuentro, dejando al equipo chaqueño con una derrota ajustada y la amarga sensación de la eliminación.

Si bien la entrega y el esfuerzo de Villa San Martín fueron innegables a lo largo de la serie, esta derrota en casa marca el final de su camino en el Torneo Clausura. La frustración es palpable en el rostro de jugadores e hinchas, quienes vieron cómo el sueño de avanzar a las semifinales se esfumó en un final agónico. Ahora, el equipo deberá levantar cabeza y analizar los errores para afrontar futuros desafíos, mientras San Isidro celebra su pase a la siguiente instancia.