La mamá de Kim Gómez, la nena brutalmente asesinada por dos ladrones que la arrastraron con el auto tras un robo, declaró ante la fiscal del caso: dio detalles del momento del crimen y complicó a uno de los detenidos.

Florencia fue testigo clave del hecho: a ella le robaron el Fiat Palio rojo en el que llevaba a su hija de vuelta a casa tras un entrenamiento de gimnasia artística. La mujer contó la secuencia en la que los delincuentes -de 17 y 14 años- la hicieron bajar y escaparon en el auto. En el trayecto arrastraron a la víctima contra el pavimento y todo quedó filmado. Los múltiples golpes contra la cinta asfáltica y el propio auto le causaron la muerte a Kim.

La mujer identificó con exactitud a T. el atacante de 17 años, aunque al de 14 no pudo “verlo tanto”, según su testimonio ante la fiscal Carmen Ibarra, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Menores N°3.

Florencia observó las imágenes de los dos sospechosos y contó que el mayor fue quien la obligó a bajarse del auto, la tiró al piso y se subió del lado del conductor. Precisó además que vio a alguien más de menor estatura, pero que no alcanzó a verle bien la cara como para incriminarlo.

INVESTIGACIÓN

Este viernes habrá una nueva audiencia en el Juzgado de Menores N°1. Allí la fiscal Ibarra pedirá que el imputado de 14 años, que por su edad no podrá ser sometido a un juicio oral, siga detenido en un régimen cerrado de menores hasta que alcance la mayoría de edad.

La decisión sobre el futuro del chico estará a cargo de la jueza de Garantías del Joven Nº1 de La Plata, María José Lescano. Deberá decidir si la medida de encierro, que por ahora tiene carácter provisorio, se transforma en definitiva.

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En su declaración, el menor negó haber participado del crimen y fue alojado en un centro de menores. La fiscalía asegura que su participación está probada y adelanta los próximos pasos en la investigación: “Hay cámaras y se están tomando nuevos testimonios”.

En cuanto al menor de 17 años, el viernes pasado se le dictó la prisión preventiva por 180 días.

El crimen ocurrió el martes 25 de febrero, cuando Kim y su mamá esperaban en un semáforo y fueron interceptadas por los dos ladrones. La nena estaba en el asiento del acompañante con el cinturón de seguridad puesto y quedó enganchada mientras los atacantes escapaban.

Los primeros testimonios señalan que T. y su cómplice intentaron arrojar a Kim por la ventana del auto durante la fuga. El informe preliminar de la autopsia reveló que la nena sufrió lesiones traumáticas, fracturas múltiples y lesiones por arrastre.