Según Vázquez, los vecinos sufren el abandono tanto de las calles como de los servicios básicos, que incluyen el mantenimiento de las arterias, la falta de zanjeo, la inexistencia de redes de agua y las deplorables conexiones de electricidad.

El oyente recordó una frustrante respuesta de los funcionarios municipales en una reunión barrial, cuando aseguraron que “ustedes no pagan impuestos municipales, no podemos hacer mucho”. "Nos duele que, después de tantas denuncias, nos sigan ignorando", expresó Vázquez, quien hizo hincapié en las difíciles condiciones que enfrentan a diario, especialmente cuando llueve.

“Cada vez que llueve tenemos que suspender la salida a la escuela de los niños. Los vecinos tratamos de salir como podemos porque NO PODEMOS FALTAR AL TRABAJO”, relató Vázquez. Además, destacó que el barrio no cuenta con desagües pluviales, lo que agrava aún más la situación en días de lluvia, cuando las calles se vuelven intransitables.

A pesar de las difíciles condiciones de infraestructura, Vázquez reconoció el esfuerzo de los trabajadores de recolección de residuos y el personal policial, quienes continúan prestando sus servicios, aunque lamentó que, con cada tormenta, estos servicios también se ven interrumpidos. "Lo más triste es que ni la policía, ni los recolectores de residuos ingresarían más al barrio cada vez que caen dos gotas", afirmó.

Por último, el vecino expresó su escepticismo respecto a las promesas que se hacen en época electoral: "Ansiosos esperamos sus propuestas o mentiras cuando lleguen las elecciones". Los residentes del barrio esperan una pronta respuesta de las autoridades ante la crisis de infraestructura que afecta su calidad de vida.