Viernes
22 de Noviembre de 2024
INTERÉS GENERAL
5 de noviembre de 2024
Al acumularse en las montañas, permiten una recarga efectiva de los acuíferos y aseguran una reserva hídrica que será fundamental para el riego de los cultivos durante la primavera y el verano.
La provincia de Neuquén es reconocida por su rica producción frutícola, especialmente en el Alto Valle, donde las condiciones climáticas y geográficas favorecen el cultivo de frutas de estación como las manzanas, peras y ciruelas. Estas frutas no solo aportan al desarrollo económico de la región, sino que también forman parte de la identidad cultural y gastronómica local.
La zona es ideal para la fruticultura debido a sus suelos fértiles, su abundancia de agua proveniente de los ríos Limay y Neuquén, y sus veranos cálidos e inviernos fríos, que permiten una óptima maduración de los frutos. Entre las frutas de estación, las manzanas y peras destacan por su volumen de producción y calidad. Además, la provincia ha diversificado sus cultivos hacia frutas finas, como cerezas y ciruelas, que han encontrado en los valles neuquinos un terreno propicio para su desarrollo.
Las nevadas tardías en la región auguran una buena cantidad de agua para la temporada de producción. Estas nevadas, al acumularse en las montañas, permiten una recarga efectiva de los acuíferos y aseguran una reserva hídrica que será fundamental para el riego de los cultivos durante la primavera y el verano. La disponibilidad de agua en esta época es clave para que los frutos tengan el tamaño, color y sabor característicos de la zona.
Diego Molina, Gerente de Operaciones en el Mercado de Concentración de Neuquén, dialogó con Del Campo a la Mesa sobre el presente y futuro que atraviesa la producción frutícola en la región.