Viernes
26 de Julio de 2024
15 de abril de 2024
Neuralink, la empresa de Elon Musk, tiene competencia: dos firmas que trabajan en el desarrollo de interfaces cerebro-computadora (ICC) buscan cambiar para siempre nuestra relación con las máquinas.
Esta revolucionaria tecnología sorprendió al mundo este año cuando Neuralink reveló que un paciente con un chip implantado ya podía controlar, con su mente, el cursor de una computadora.
Sin embargo, la empresa de neurociencia liderada por Elon Musk, no es la única del sector. Dos empresas, que trabajan en el desarrollo de interfaces cerebro-computadora (ICC), también desde hace años, emergieron a la vanguardia de este campo: se trata de Starfish Neuroscience y Synchron.
Hace poco, se hicieron virales las imágenes de los chips cerebrales de la empresa. De un tamaño menos al de una uña, estos implantes se centran en funciones de neuromodulación y registro neuronal. Según informó la empresa, sus chips buscarán mejorar las interacciones humanas con tecnología de estimulación magnética transcraneal (TMS) avanzada.
Se trata de una ambiciosa propuesta, casi futurista, que busca competir directamente contra Neuralink con una nueva generación más avanzada de implantes neuronales mínimamente invasivos. Así, a través de sensores inalámbricos con capacidades de orientación y retroalimentación, Starfish Neuroscience pretende modificar la manera en que nos relacionamos con las computadoras, especialmente los videojuegos y sumergirnos en un universo de realidad aumentada, realidad virtual y nuevas formas de entretenimiento sin usar las manos.