La preparación de especialidades dulces en la industria panadera no está ajena a los inconvenientes para conseguir materia prima y los reposteros ‘hacen malabares‘ para tratar de conseguir insumos que son indispensables pero que al ser importados no están disponibles. El costo para la preparación de especialidades de la repostería, como lo son las tortas, registra un alza importante en los primeros meses del año.

La harina ‘es lo que menos aumentó‘ mencionan los reposteros de Sáenz Peña y la zona, reconociendo que en pocas semanas los precios al público se incrementaron considerablemente. En lo que va del 2023 los valores de los productos dulces pasaron a valer ‘un setenta y ciento por ciento más‘.

‘El tacho de dulce de leche de diez kilogramos de calidad intermedia, en la última parte del 2022 estaba por arriba de los tres mil pesos, luego siguió escalando superando los cinco mil pesos y hoy estamos pagando más de siete mil pesos‘, señaló a modo de ejemplo Verónica Kulig. El tradicional y ‘siempre utilizado‘ dulce de leche es solamente uno de los insumos que aumentó ‘y uno de los pocos que aún no tiene faltante‘.

LA DEMANDA MAS FUERTE: LOS CUMPLEAÑOS

Los reposteros que tienen en las tortas de cumpleaños o de cualquier celebración la demanda más fuerte se encuentran hoy que determinados productos ‘no se consiguen‘.

‘Los proveedores nos dicen que no están ingresando las cremas líquidas que se utilizan para los rellenos y coberturas que son en su gran mayoría fabricadas en Brasil, mientras que de otras marcas que se envasan en Argentina tampoco están disponibles porque aseguran que no se las están fabricando por la imposibilidad que tienen la industrias de importar ingredientes indispensables‘, coinciden en señalar los emprendedores locales que se van pasando el dato de quién puede tener ‘cremas‘.

‘La imposibilidad de conseguir los preparados que necesitamos para los rellenos y coberturas de tortas o postres podría ser reemplazado por la elaboración artesanal de esos batidos, pero para los que trabajamos en serie eso lleva demasiado tiempo y se elevan aún más los costos‘, mencionó Verónica Kulig. La otra opción que ofrecen las proveedurías son los polvos, ‘pero que no rinden como los líquidos y la calidad del producto no es la misma‘.

DARSE "UN GUSTO" SALE CARO

Los preparados líquidos para los batidos necesarios para el armado de un pastel o postre al ser escasos y estar disponibles limitadamente, ‘cuando ingresa esporádicamente una carga‘, implica que los valores de esos productos también elevaran su cotización.

‘El bidón de cuatro litros para chantillí hasta hace un mes atrás, cuando todavía conseguíamos, pagábamos un promedio de cinco mil pesos y la semana pasada lo que pude conseguir fueron tetra brik de litro a un costo de casi dos mil pesos cada uno, cada litro‘, reflejó otra de las reposteras que, como la mayoría en el interior, trabajan en emprendimientos de panificados que son familiares.

La crema que no se consigue ‘y lo que se consigue cotiza‘, el dulce de leche, las mantecas y margarinas, los huevos, el azúcar, la harina, el chocolate, los baños de repostería, las bandejas, ‘todo en pocos meses registró aumentos desmedidos‘.

Los aumentos obviamente se trasladan al mostrador y, por ejemplo, ‘el kilo de torta que hace cuatro meses se pagaba entre mil y mil quinientos pesos el kilo, actualmente vale tres mil pesos o más el kilogramo‘.

‘El cliente pregunta y se encuentra que de una semana a la otra les cambiamos los precios porque a nosotros también las proveedurías nos modifican los valores de los insumos y siempre para arriba‘, acotó. En este sentido refieren que ‘siendo realistas, estamos vendiendo con los ojos cerrados porque no sabemos cuánto vamos a tener que pagar la próxima semana los pedidos que realicemos‘.

‘Pero más allá de los precios, lo peor de todo es que no tengamos insumos, en conclusión cada vez te ponen más escollos cuando lo único que querés hacer es trabajar‘, indicaron molestos con las políticas que limitan importaciones.

VENTAS REDUCIDAS

‘Las ventas obviamente mermaron porque la gente tiene una economía muy limitada que tal vez solamente le permita pagar una torta para el cumpleaños de los pequeños o una fecha especial, pero ya no compra para la sobremesa del domingo‘, señaló Mirna Paz que es repostera en Presidencia Roque Sáenz Peña en una panadería de barrio, ‘que es donde más se nota que la plata no alcanza‘.

Los reposteros locales y de localidades vecinas consultados coinciden en remarcar que ‘ahora los precios se consultan y ya no es el dame sin preguntar‘.

‘Además no se piden ya pasteles grandes, el cliente busca productos pequeños, tortas de un kilo y en ocasiones excepcionales las requisitorias son de dos kilos o tres‘, comentaron finalmente

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