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FARáNDULA

6 de agosto de 2022

El prontuario oculto de Mark Wahlberg: crímenes racistas, intento de homicidio y tráfico de drogas

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El actor, que en su momento fue uno de los mejores pagos de Hollywood, tiene una historia de vida muy controversial.

Hay estrellas que se superponen todo el tiempo en algunas producciones de Hollywood. Que, como las figuritas repetidas en los paquetes, aparecen en la pantalla de las películas mainstream. Pero, muchas veces, detrás de ellas, se esconde un universo desconocido, que está oculto por alguna razón. A Mark Wahlberg le pasa eso.

El actor de Los infiltrados, Uncharted: Fuera del mapa y Transformers: la era de la extinción esconde un pasado violento en el que, en varias oportunidades, desplegó una cara repudiable. Con muchos episodios de explosiones de ira y violencia racista, llegó a estar preso en una causa en la que lo imputaron de un intento de homicidio.

La adolescencia de Mark Wahlberg: entre la violencia callejeras y el tráfico de drogas

Mark Wahlberg nació el 5 de junio de 1971 en una numerosa familia de Boston: es el menor de nueve hermanos. Hijo de un veterano de la guerra de Corea y de una asistente de enfermería, durante muchos años vivió con muchas necesidades.

 

Cuando era chico, Wahlberg era uno de los más complicados del clan. A los 14 años dejó la escuela secundaria y empezó a cometer pequeños delitos, como robos o vandalismo. Los rasgos antisociales fueron incrementándose con el tiempo, hasta que quedaron expuestos del todo.

Wahlberg se unió durante dos años de su adolescencia a una pandilla que traficaba drogas en su barrio. En total, tuvo entre 20 y 25 incidentes, entre asaltos y episodios de violencia callejera. En ese lapso de su vida, el actor fue adicto a la cocaína.

 

Una de las primeras causas judiciales que enfrentó, que con los años se filtró en los medios, fue una en la que el racismo exacerbado que Wahlberg mostraba en la calle se intensificó aun más. De acuerdo al desaparecido sitio Gwaker, en 1986, el actor persiguió a varios chicos afroamericanos.

 

El testimonio judicial del momento indicó que Wahlberg y tres amigos siguieron en bicicleta a dos hermanos de apellido Coleman que caminaban por la calle. Mientras los insultaban, les tiraron piedras al grito de: “Maten a los negros”.

Al otro día, volvió a ocurrir otro hecho más. El entonces adolescente vio a los hermanos con su maestra y, a la salida de la escuela, les volvió a lanzar una lluvia de piedras. Una alumna sufrió algunas heridas e, incluso, intervino una ambulancia.

 

Tanto a Wahlberg, como a sus amigos se les abrió una causa judicial que se cerró en un juicio abreviado “por consentimiento”, aunque, en este caso, no admitió culpabilidad alguna. Se comprometió a “no agredir, amenazar, intimidar o acosar” a las personas por sus orígenes. La violación de esto originaría cargos penales, algo que finalmente ocurrió.

 

Los episodios racistas que mandaron a la cárcel a Mark Wahlberg

Su vida tomó un giro más oscuro cuando, dos años después, fue el protagonista de dos repudiables episodios consecutivos en la calle. Wahlberg le partió un palo en la cabeza a un hombre de origen vietnamita y, posteriormente, le pegó en el ojo a otro, de la misma nacionalidad, y sin que mediara ningún tipo de situación previa.

El documento judicial del Tribunal de Superior de Massachusetts que publicó el sitio The Smoking Gun cita que el hecho ocurrió el 8 de abril de 1988, cuando Thanh Lam cruzaba la avenida Dorchester al 998 con una caja de cervezas en la mano cuando Wahlberg le dio un golpe en la cabeza.

 “Sos una maldita mierda de Vietnam”, le gritó antes de partirle en dos el palo de madera de un metro y medio que tenía en la mano. El hombre quedó inconsciente en el suelo y tuvo que ser llevado al Hospital de Boston.

 

Tras agredir a esa víctima, casi como un cazador, fue en busca de otra. Sin tener idea de lo que pasaba unas cuadras más adelante, Hoa Trinh, otro hombre vietnamita, estaba parado en la esquina de la avenida Dorchester y la calle Pearl. “Wahlberg corrió hacia él, puso su brazo alrededor del hombro y le dijo, ‘viene la policía, dejame esconderme’. Después de que pasó una patrulla, le pegó en el ojo y lo hizo caer al suelo”, describió el informe policial.

Lejos de arrepentirse por lo que hizo, cuando los agentes lo arrestaron, sus insultos raciales se multiplicaron. “No tienen que dejar que me identifique, ya les digo que ese es el cabrón al que le partí la cabeza”, le lanzó a los policías al admitir que fue él el que había agredido a la víctima.

 

Mark Wahlberg: entre New Kids on The Block, el rap y el cine

Wahlberg pasó 45 días preso en el correccional de menores de Deer Island, acusado de intento de homicidio, aunque le habían impuesto dos años de sentencia. Cuando salió, dijo en varias entrevistas que “había cambiado”.

 

Desde ese momento, trabajó como albañil un tiempo, hasta que empezó su vida artística gracias a uno de sus hermanos. Sus orígenes fueron musicales. Primero, estuvo un tiempo corto en la boy band New Kids on The Block, precursora de muchos grupos posteriores, pero se fue antes de que tuviera éxito. Su hermano Donnie fue el que triunfó allí con nombre y apellido.

 

Al tener mucha palanca con productoras, Donnie Wahlberg logró impulsar la carrera de su hermano más chico que se transformó en Marky Mark And The Funky Bunch, banda con la que tuvo relativo éxito.

En los shows de música rap que hacía, siempre aparecía sin remera y mostrando sus músculos. Su puesta en escena lo hizo visible y, así, también se transformó en el modelo elegido por Calvin Klein a comienzos de los ‘90 para mostrar su ropa interior. Pero la violencia no la había dejado de lado.

 

A la sucesión de hechos racistas, de narcotráfico, robos y violencia callejera que acumuló, se le sumó otro elemento más: la homofobia. Lo más grave fue que cometió un acto de esta índole luego de que ya había sido juzgado y había pedido perdón por todo su accionar pasado.

 

En 1993, Wahlberg dio una conferencia de prensa en la que admitió haber cometido crímenes raciales luego de que el Comité contra la Violencia Antiasiática (CAAAV) y la organización Gay & Lesbian Advocates & Defenders (GLAD) se quejaran de que una persona racista fuera la imagen de una marca de primer nivel como Calvin Klein.

 

El actor dijo que se comprometía a participar de alguna campaña publicitaria que antirracista, en el futuro. Algo que no ocurrió por otro motivo: desde las organizaciones no gubernamentales se negaron a hacerla porque trascendió que Wahlberg, en una fiesta reciente, había agredido con insultos homofóbicos a un productor musical.

 

En el reporte periodístico de noviembre de 1993 de la GLAAD se detalló que el plan de llevar adelante un anuncio televisivo antirracista se dio de baja luego de que se supiera que “el chico del cartel de ropa interior” agredió a un ejecutivo de una compañía discográfica.

 “El informe policial presentado por el víctima declaró que el altercado comenzó cuando Mark ‘comenzó a hacer comentarios despectivos sobre homosexuales’. Warner Bros. confirmó que Mark estuvo involucrado en un violento episodio con el ejecutivo de Maverick Records, Guy Oseary en una fiesta el 31 de julio (de 1993)”, señaló el extracto de prensa.

 

Increíblemente, en lugar de hundirse, la carrera de Wahlberg se potenció. El entonces rapero dejó la música, empezó a hacer todos los castings que pudo y se dedicó a actuar.

 

La primera película que lo mostró más cerca de las luminarias de Hollywood fue Ángel y Demonio, junto a una jovencísima Reese Whitherspoon. Pero el film que lo catapultó fue Boogie Nights, de Paul Thomas Anderson, en el que interpretó a un actor porno.

A partir de ese momento, todo fue para arriba: Hollywood enterró el racismo de Wahlberg y lo convirtió en una estrella del cine.

 

En sus trabajos, siempre alternó entre la acción y la comedia, en un juego de géneros que lo tuvo todo el tiempo como figura permanente del mainstream. El planeta de los simios, Cuatro hermanos, Tirador, Ted, Max Payne, Policías de repuesto y El fin de los tiempos son solo algunos de los films más conocidos que hizo.

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