Lunes
12 de Mayo de 2025
14/03/2025
Fuente: telam
Con una vida útil más larga y menor oxidación, esta nueva versión de la fruta podría reducir millones de toneladas de residuos cada año
>Tropic, una empresa de biotecnología con sede en Norwich, Utilizando la técnica Geigs, un método similar al CRISPR, que permite modificar el ADN de un organismo, los científicos modificaron la variedad Cavendish para ralentizar el proceso de oxidación, lo que podría reducir el desperdicio de alimentos y ampliar su uso en productos preparados. La banana ya fue aprobada en Estados Unidos y Canadá y espera su autorización en el Reino Unido.
Desde su domesticación hace más de 10.000 años, la banana es una de las frutas más consumidas a nivel mundial. Sin embargo, una de sus características más problemáticas es su rápida oxidación al entrar en contacto con el aire.Esto limitó su uso en ensaladas de frutas y productos envasados, ya que su pulpa se vuelve marrón en pocos minutos. Tropic logró modificar esta propiedad mediante la eliminación de los genes responsables de la producción de polifenol oxidasa, la enzima que cataliza el oscurecimiento.“Tienen el mismo sabor, aroma y dulzor, todo es igual, excepto que la pulpa no se oscurece tan rápido”, explicó Gilad Gershon, cofundador de Tropic, al medio británico The Telegraph.El impacto de esta innovación no se limita a la apariencia de la banana. Tropic sostuvo que su producto contribuirá a reducir el desperdicio de alimentos y las emisiones de carbono en la cadena de suministro.
Según sus estimaciones, la menor cantidad de bananas descartadas podría disminuir las emisiones globales en más de 9 millones de toneladas de CO2 anuales, informó la empresa en su página web.La tecnología de edición genética también apunta a resolver otros problemas que afectan la producción mundial de bananas.
Tropic planea lanzar bananas de larga duración, capaces de mantenerse verdes hasta 10 días más, lo que facilitaría su transporte sin necesidad de químicos adicionales, indicó The Telegraph.Estas enfermedades obligaron a los agricultores a aumentar el uso de pesticidas y pusieron en riesgo la estabilidad de la producción global de bananas, una fruta de la que dependen millones de personas.
A pesar de sus beneficios, la edición genética sigue generando escepticismo en algunos sectores. El concepto de “Frankenfruit” fue utilizado por críticos que cuestionan la seguridad de estos productos y su impacto en la biodiversidad, indicó el medio del Reino Unido.Sin embargo, las bananas de tipo Cavendish, que representan el 99% del consumo en el Reino Unido, ya son resultado de siglos de manipulación agrícola. Al no producir semillas y propagarse por esquejes, son genéticamente idénticos y vulnerables a enfermedades, lo que ha llevado a la necesidad de intervenciones biotecnológicas para su supervivencia.Con la banana como la fruta más consumida en Gran Bretaña, su transformación podría marcar un hito en la adopción de alimentos editados genéticamente a nivel global.
Fuente: telam