Cerca de 200 peones y vareadores del Hipódromo de Palermo realizaron una protesta en uno de los ingresos del predio para denunciar que desde el inicio del aislamiento social preventivo y obligatorio la empresa HAPSA S.A, que controla el hipódromo, estableció un protocolo que les impide a esos trabajadores irse a sus casas o siquiera salir a comprar lo que necesitan para el día a día y están forzados a vivir en pésimas condiciones de higiene y dormir en el piso. "Nos están manipulando, somos varios los que estamos en esta situación y solamente algunos podemos salir a comprar y nada más. El resto se tiene que quedar acá adentro. Queremos que nos garanticen el derecho de poder salir y al otro día ingresar a trabajar sin restricciones. Trabajamos de lunes a lunes y si salimos nos suspenden y nos descuentan el sueldo", relató uno de los peones sobre la reja de ingreso a la Villa Hípica. El trabajo de los vareadores o peones es el de cuidar a los caballos y su corral. Se trata de pasearlos, asearlos, peinarlos y alimentarlos día a día. Según el acuerdo paritario alcanzando por la Sociedad Gremial de Vareadores en julio 2019, un peón con dos caballos a cargo cobraba 20 mil pesos por mes. "Estamos peor que un preso acá adentro. Recién nos acaban de cerrar con un candado. Para salir a nuestras casas tenemos que pedir permiso con anticipación y hacer una cuarentena. Lo único que pedimos es salir para el día del padre", señaló otro de los trabajadores, en diálogo con AM 750. Los trabajadores precisaron que continuaron percibiendo sus salarios y que los dueños de los caballos les enviaron alimentos, pero apuntan contra el protocolo instalado por la empresa controladora del hipódromo. Ya que de cada 20 peones solo uno esta autorizado a salir a ser las compras y aquellos que deciden salir para visitar a sus familias no pueden volver a ingresar. "Hay gente que puede ir y venir todos los días, pero nosotros como peones no tenemos esa posibilidad", apuntó otro de los vareadores a Barricada TV. a pesar de que al hipódromo ingresan capataces, jockeys, proveedores de alimentos, herreros, el protocolo restrictivo solo se aplica contra los peones, según denuncian. La situación no es igual para los 200 vareadores. Algunos son oriundos de provincias del interios del país y viven en la Villa Olímpica, por lo cual cuentan con algunas comodidades, como cama y televisión. Pero otros viven en los asentemientos de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano y están en pésimas condiciones. "Dormimos en el piso, sin colchones, con alguna sábana. El olor de los baños es nauseabundo", denunciaron a la AM 750. "Nos tienen como presos acá y el baño parece un basural", advirtieron en Barricada TV. Hasta el momento, HAPSA S.A, controlado por el empresario Federico De Achával, no respondió a las denuncias de los trabajadores. Consultado por la agencia Télam, la respuesta fue "no hay vocero designado". Fuente informativa: https://www.pagina12.com.ar