Gabriel Sanabria abrió los ojos y reaccionó a los estímulos cuando le habló su madre. Una noticia alentadora en la salud del suboficial de Policía de 26 años que fue atacado a tiros con ametralladoras en un control de rutina del pasado 27 de mayo en zona sur de Rosario.

Este viernes, cuando su familia entró a verlo un ratito a la sala de cuidados intensivos del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, escuchó la voz de su madre, abrió los ojos y reaccionó a los estímulos del amor de su familia.

“El parte de hoy es más favorable. Desde ayer por la tarde está con respirador en modo asistido; o sea cuando necesita ayuda porque se siente cansado, ahí se acciona. Le sacaron el diurético y sigue orinando bien”, explicó Chente, hermano de Gabriel Sanabria.

“Sus pulmones están mucho mejor. Le sacaron casi todos los sedantes. Mañana analizarán desconectarlo un rato del respirador para saber cuánto tiempo aguanta sin ayuda mecánica”, añadió sobre el estado de salud del efectivo policial oriundo de San Javier.

Sanabria tiene 26 años, lo apodan “Tortita” y se desempeña en la Brigada Motorizada de la Unidad Regional II. Aquella noche del 27 de mayo recibió diez tiros cuando realizaba un control de rutina con su compañero en Arijón al 400.

Los agresores se desplazaban en un Peugeot 206 de color gris y lograron detener a dos adolescentes de 16 y 17 años y a una pareja que fue imputada por encubrimiento agravado tras refugiar en su casa a uno de los jóvenes que se escapaba tras el criminal ataque.

“Mucho mejor el parte médico. Con más fe y fuerza todavía. A seguir orando y agradeciendo para que Tortita mejore cada día más”, cerró el hermano de Gabriel Sanabria.

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