Ocurrió en Aldo Bonzi. Los ladrones se llevaron una camioneta, que apareció pocas horas después, ensangrentada. 

El dueño de una empresa de seguridad privada se enfrentó a tiros con los delincuentes que le robaron su camioneta e hirió a uno de ellos. Lejos de mostrarse arrepentido de su reacción, horas después el hombre lamentó no haber contado con "un cargador más".

Sucedió en la localidad bonaerense de Aldo Bonzi, en La Matanza, cuando una familia radicada en San Clemente del Tuyú llegaba a una vivienda para visitar a familiares.

Tras el hecho, los vecinos denunciaron que la zona "está liberada".

Fue este miércoles por la noche, a metros del cruce de las calles Almirante Cochrane y Pilcomayo. Todo quedó registrado por las cámaras de seguridad de una casa del lugar.

Cuando arribaban al lugar Rubén Carlos Alonso, de 68 años, acompañado de su familia, a bordo de una camioneta Toyota SW4 color gris, al menos dos delincuentes armados se bajaron de un Volkswagen Suran color blanco y los interceptaron.

Por lo que puede verse en el video, uno de los ladrones va hacia el conductor de la camioneta, mientras que otro se dirige hacia el lado del acompañante y ataca a la mujer de Alonso para robarle pertenencias.

Alonso, que estaba del lado del conductor, se bajó de la camioneta en medio de forcejeos con el delincuente.

El ladrón que atacó al conductor se metió en la camioneta, mientras que el que había robado del lado del acompañante rodeó el vehículo e intercambió insultos con Alonso, que retrocedió unos metros y se cruzó de vereda.

Las imágenes no tienen sonido. Pero está claro que Alonso increpó a los asaltantes y que uno de ellos intentó perseguirlo por la calle. Cuando estuvo a varios metros de la camioneta, el dueño de la empresa de seguridad disparó.

"Traté de ser un elemento de distracción para que [los delincuentes] vayan para aquel lado, donde en caso de repeler no había peligro", contó Alonso.

En charla con el canal LN+, el hombre explicó que "uno de ellos me persigue porque venía por la riñonera que tenía encima, no sabía que tenía un arma", contó.

"Me arrepiento de no haber tenido un cargador más —dijo Alonso—. Y si lo tuviera que volver a hacer, por supuesto, preservo la vida de mi familia, de mis hijos".

Además, confirmó a los medios que al menos hay un herido porque, según explicó, cuando se recuperó su camioneta, por dentro, "era un charco de sangre". 

La Policía confirmó que Alonso portaba un arma Bersa Thunder calibre .45 y que le disparó al delincuente. A la vez, testigos indicaron que hubo varias detonaciones, aunque no se precisaron cuántas.

Horas más tarde del robo, la camioneta robada fue hallada en Camino de Cintura y Uyuni, en Ciudad Evita, sobre la mano hacia la localidad de Esteban Echeverría.

"Ojo que los propios vecinos encontraron la camioneta. La Policía no tuvo nada que ver. Es más, cuando los vecinos denunciaron que la habían encontrado, la respuesta policial fue que eran de otra zona y a ellos no les correspondía", contó Alonzo. 

El fiscal Gastón Bianchi, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de La Matanza, ordenó que se realizaran distintas pericias dentro del vehículo hallado.

En el interior de la camioneta, la Policía Científica halló manchas de sangre. También había cinco vainas servidas de calibre .45, una vaina 9 milímetros y un cartucho intacto del mismo calibre.

En tanto, el fiscal Bianchi ordenó el relevamiento de hospitales de la zona para establecer si el delincuente herido ingresó para su atención.

El hecho fue caratulado como "robo calificado".

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