Viernes 19 de Abril de 2024

Hoy es Viernes 19 de Abril de 2024 y son las 13:23 - ALERTA URBANA ...DE LUNES A VIERNES DE 09 A 13 POR FM GUALAMBA 93.7 MHZ.- LO QUE TENES QUE SABER ESTA EN ALERTA URBANA

  • 26.7º

ACTUALIDAD

19 de septiembre de 2021

El chico que fue noticia por vivir en un auto y terminar la primaria ahora abandonó la escuela por la virtualidad

Lucas Cesio tiene 18 y atravesó su infancia en la calle. A pesar de ello, Marisa, su mamá, no permitió que dejara el colegio. Hoy, su educación quedó en pausa mientras transitaba el cuarto año: “Si no termino el colegio defraudaré a las personas que confiaron en mí”.

Tiene un pancito recién horneado en la mano y un café sin leche que pide algunos soplidos antes del primer sorbo. Es temprano, el reloj recién marca las 7. Marisa, su mamá, lava los platos de anoche mientras él piensa por dónde empezar. Se presenta: “Mi nombre es Lucas Cesio. Hace unos años salí en los medios por mis logros de vida. Viví en un auto, en la calle seis años también, y logré salir adelante. Hoy estoy mucho mejor comparado a lo que era antes”.

El primer encuentro entre sus ojos y el lente de la cámara confirma que aún conserva su mirada, inocente y transparente. La misma que le regaló a todos en diciembre de 2015, cuando protagonizó un raid mediático para contar su historia y la de su familia. Aquel año, Lucas completó la educación primaria en la Escuela 5 “Enrique de Vedia” de Villa Urquiza. No fue nada fácil lograrlo: vivió seis años en la calle, durmió en un Peugeot 505, comió cuando a otros le sobraba y aún así lo consiguió.

“Tengo muchos recuerdos. Haber pasado todos los días de frío y lluvia ahí, en la plaza. La carpa, el auto, ir a pedir comida. Fue lo que más me marcó para llegar a ser quien soy hoy en vida”, dijo Lucas, de 18 años, a TN.com.ar.

Con el tiempo llegó la ayuda. “Gracias a toda la movida mediática apareció Celeste, una asistente social divina que nos consiguió una habitación en un hotel familiar de Constitución. Lo pagaba yo con el subsidio habitacional y lo que cobraba de la asignación universal por hijo. Estuvimos cuatro años y medio ahí, hasta que se contactó una gente de una constructora, que me dio el trabajo actual”, relató Marisa.

La mujer de 40 años -madre de Gabriel (20), Lucas y Nayla (18) y Briana (6)- se encarga de la limpieza y el mantenimiento de un edificio ubicado en el barrio porteño de Almagro. “Pensé que me iban a dar el trabajo y nada más, pero la agradable noticia fue que donde estamos ahora vivimos actualmente. Con mis hijos nunca nos separamos, siempre estuvimos juntos”, explicó.

“En cuanto al estudio, no me estuvo yendo tan bien. Lamentablemente tuve que dejar por el simple hecho de que estaba faltando plata en casa y estoy trabajando todos los días. Y después porque entre la virtualidad y presencialidad no me llegué a encontrar. Fue un año de pandemia, todo virtual, en el que no me salían las cosas porque no tenía quién me explicara. Más allá de que estaba mi mamá, más allá de que pedía ayuda, no es lo mismo que un profesor te enseñe en un pizarrón enfrente tuyo y le puedas preguntar repetidamente, a que te lo enseñe atrás de una computadora”, sostuvo Lucas.

El joven detalló que pudo comenzar la secundaria de la mejor manera, pero la acumulación de los gastos en su casa lo hizo aceptar la propuesta de su tío: tareas de plomería y gas en domicilios particulares por la mañana y hasta el mediodía. De allí a la escuela para cursar por la tarde.   “Muchas veces me dormía en el aula por el desgate físico de la semana”, recordó.

“Repetí dos veces lamentablemente. Uno por el tema del trabajo y otro por una nota que no llegué. Ahora estoy en cuarto año. Me faltaría completar este y uno más. No me sentía muy bien. Y por más que lo intentaba, no me gustaba solo leer, pasarlo, sacar foto y listo. No me gustaba. ¿Por qué? Porque por más que lo leyera mucho, después si volvía la presencialidad -y tenía una evaluación escrita- ¿qué iba a hacer? Me tenía que acordar de memoria. Y de memoria uno no se puede acordar así porque sí. Yo creo que eso era lo que más se me complicaba”, dijo.

Lucas transitó la escuela primaria mientras combatía la crudeza de la calle y un cúmulo de problemas y preocupaciones que se repetían a diario. Las noches las pasaban en la Plaza Éxodo Jujeño. La mañana comenzaba en una estación de servicio, pidiendo permiso para pasar al baño e higienizarse. Luego, Marisa dirigía la tropa de sus pequeños hacia panaderías, restaurantes y pizzerías. El propósito era recolectar alimentos y acumularlos para que todas las comidas del día estuviesen garantizadas.

📻Seguinos de lunes a viernes de 9 a 13 hs por FM GUALAMBA 93.7 MHZ y a través de la página web www.fmgualamba.com.ar 

🗣(Compartí con nosotros tus comentarios, denuncias, fotos y videos al WhatsApp 3624100411)/ Fijo (área Resistencia) 4573782/ (interior provincial) 3624-573782 

Seguinos y enterate de toda la actualidad en www.alertaurbana.com.ar

COMPARTIR:

Comentarios