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MEDIO AMBIENTE

18 de marzo de 2021

Alarmante: cada vez más, desaparecen los bosques nativos

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La Asociación para la Promoción de la Cultura y el Desarrollo (APCD) realizó un estudio donde detalla cuál es la zona más afectada por la deforestación. La situación es alarmante.

En los últimos días se pudo saber que la expansión de la frontera agropecuaria está causando serios problemas en el ecosistema y la vida de las comunidades indígenas de nuestro país, especialmente por la deforestación. La situación es alarmante en la Región del Chaco Seco, en el norte de la Argentina. Es el segundo territorio más afectado respecto a la cantidad de hectáreas de toda Sudamérica, después del Amazonas. 

En este sentido, la Asociación para la Promoción de la Cultura y el Desarrollo (APCD) realizó un estudio donde señala que, durante el 2000-2015, la Argentina se encuentra entre los 10 países con mayor pérdida neta de bosques en el mundo. Asimismo, el documento indica que, desde que la Ley de Bosques Nativos, en 2007, la pérdida de superficie boscosa en el decenio 2008-2018 fue de aproximadamente 2,8 millones de hectáreas.

En los último años, este proceso se aceleró considerablemente, ya que el porcentaje anual de pérdida del bosque nativo respecto al total del bosque nativo remanente aumentó en todo el territorio nacional de un 0,34% anual en 2015 a un 0,42% en 2018, lo que equivale a una superficie desmontadas de 183.368 hectáreas.

Situación alarmante 
Durante el último año, el estudio de APCD grafica que la situación en la región llegó a un pico aún más alarmante, ya que señala que este proceso continuó su deterioro en el 2019, donde se registró 102.023 hectáreas deforestadas, totalizándose la suma de 6.011.867 hectáreas de bosques desmontados en el Chaco Seco para el período 1996 a 2019. Asimismo, el informe registró que en kilómetros cuadrados son  60.118,67, una superficie equivalente a casi tres veces la provincia de Tucumán. 

Recordemos que la Región del Chaco Seco abarca Chaco, Formosa, Santiago del Estero, Córdoba, San Luis, oeste de Salta, norte de Santa Fe, La Rioja, Tucumán, oeste de Corriente y Catamarca. 

Destrucción del ambiente natural 
Teniendo en cuenta este contexto, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible realizó un informe denominado “Causas e impactos de la deforestación de los bosques nativos de Argentina y propuestas de desarrollo alternativas”, donde señala que “desde el año 2016 la deforestación provocó, además, el desplazamiento de comunidades que desarrollaban su economía y cultura en base al bosque nativo, suponiendo así un proceso de concentración de la tierra y riqueza acompañado por una homogeneización de la producción en base a los monocultivos y la pérdida de generación de servicios ambientales forestales”.

¿Cuál es el impacto social? 
Ahora bien, teniendo en cuenta estos datos, la deforestación arrojó una serie de problemáticas en esta zona, especialmente en las comunidades indígenas, tales como: pobreza, desarraigo histórico, aumento de inequidad, migraciones forzadas, pérdida de identidad tanto individual como colectiva, como así también se vieron afectadas familias campesinas y pequeños productores. En este sentido, Pablo Chianetta, uno de los autores de este estudio, comentó que, debido a la destrucción de esta zona, estas personas tuvieron que desplazarse a grandes centros urbanos y, de esta manera, se aumentó la concentración inequitativa de la población, además los índices de pobreza y la pérdida de saberes culturales que hacen a una sociedad más diversa, justa e inclusiva, indicó. 

Asimismo, el informe señala que los nuevos actores rurales luego del proceso de deforestación y reconversión de las tierras con el objetivo de la explotación agroganadera, traen otros criterios valorativos sobre la región que se expresan, centralmente, en lo productivo. Además, describe el estudio que el ambiente se convierte solamente en un dispensario de recursos económicos que es preciso explotar con la mayor celeridad posible, sin tener en cuenta otras dimensiones que se juegan en el territorio. 

Un dato a destacar es el caso de Formosa, sostiene Chianetta ya que el avance de la frontera agropecuaria en esta zona se mide tanto en hectáreas como así también en vidas. A su vez, comentó que es un fenómeno que parece imparable que no solo afecta al ecosistema sino también a la vida de las comunidades indígenas de todo el Chaco Argentino Paraguayo porque estas comunidades han perdido casi todas las posibilidades de sus prácticas de subsistencia, tales como de melear (recoger miel), cazar, y pescar y, en consecuencia todo esto atenta contra los elementos y valores sobre los cuales se sustenta el ser indígena. 

Campos desmontados 
La situación en Formosa es alarmante, ya que en este territorio se puede observar una gran extensión de campos desmontados, sus tierras rojizas confinadas por alambrados, entre otras limitaciones. Pero hay que rescatar que existen algunas islas verdosas de bosques donde comunidades indígenas de las etnias qom, pilagá, wichí y nivaclé tratan de sobrevivir y lo hacen a través de la pesca, y en temporada de verano donde los ríos crecen estas personas se alejan y se instalan en territorios interiores y cuando llega el invierno se acercan nuevamente a los ríos para poder pescar y de esta manera subsistir. 

Asimismo, es preciso subrayar que, no solo las comunidades indígenas son las afectadas por la deforestación sino también los pequeños productores agropecuarios, ya que este universo tenía desde hace muchos años sus emprendimientos en las zonas deforestadas. De esta manera, la expansión de la frontera agropecuaria afectó de manera regresiva a la diversificación productiva y la posibilidad de supervivencia de estas personas. 

Siguiendo en esta línea, cabe agregar que el informe de APCD describe que en el período 1988-2002, los pequeños productores agropecuarios vieron caer sus explotaciones en un 26%, donde este porcentaje asciende al 48% si se considera el período 1988-2018. En consecuencia, esto implica que casi la mitad de los pequeños productores ha desaparecido en sólo 30 años, lo que llevó a una mayor concentración de la riqueza y por supuesto un aumento de las desigualdades. 

Por último, teniendo en cuenta los datos que ha arrojado este informe, la expansión de la frontera agropecuaria ha destruido no solo los bosques nativos, sino también usurpa los territorios de comunidades indígenas prohibiendo de sus posibilidades de supervivencia, y además se ven afectados los pequeños productores agropecuarios por este proceso de deforestación sin medida. 

Fuente: serargentino.com

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